MEJICO: Michoacán, con el más alto índice de sustracción de menores (21 November 2005)

Summary: De 40 mil casos a nivel nacional, la entidad acapara el 37 por ciento, casi 5 mil al año La mayoría de los niños son abandonados en la frontera, señala Teresa Ulloa.

Michoacán es la entidad donde más niños son sustraídos por el padre para llevárselos a Estados Unidos, ya que de los 40 mil casos que se han dado en los últimos tres años, el estado acapara el 37 por ciento, afirmó la directora general de la Coalición Regional Contra el Tráfico de Niños y Mujeres de América Latina y el Caribe, María Teresa Ulloa. "En este periodo han desaparecido aproximadamente 100 mil niños, de los cuales 20 por ciento se localizó, y de los 80 mil restantes 50 por ciento emigró con su papá y el resto son explotados laboral y sexualmente".

En el contexto del Tercer Seminario México-Estados Unidos sobre la convención de La Haya sobre la sustracción internacional de menores, Ulloa dijo que después de Michoacán siguen Oaxaca, Tlaxcala, Hidalgo y Veracruz en el número de niños que son arrebatados del seno familiar, pero lo más grave es que 70 por ciento se ha quedado en la zona fronteriza.

En tres años se han sido sustraído en la entidad 14 mil 800 menores; es decir, en promedio casi 5 mil al año, dijo Teresa Ulloa, y manifestó que se trata de cifras que normalmente no aparecen en estadísticas porque no existe la cultura de la denuncia.

Cabe señalar que la directora del DIF Michoacán, Carmen Escobedo, dijo que sólo existe una denuncia contra un padre de familia que se llevó a su hijo sin el conocimiento de la madre, pero también admitió que falta una legislación precisa y exacta para estos casos, porque cuando se comete una sustracción no hay delito que perseguir.

La directora de la Coalición Regional subrayó que en la sustracción de menores prevalece una visión de poder, porque el padre de familia, quien es el que maneja las finanzas familiares, es quien en la mayoría de los casos decide sobre los hijos. "El sistema de justicia en este país es ineficiente, con altos niveles de impunidad, y los grupos sociales más débiles como los indígenas son los más vulnerables, y no se diga en el caso de las mujeres", señaló.

El amparo

En tanto, el magistrado de la Quinta Sala Penal, Luis Alonso Rodríguez Nieto, indicó que para que proceda el amparo en casos de sustracción de menores es preciso conocer a fondo el acto reclamado de cada caso específico, sin que dicha prerrogativa contra los actos de la autoridad pueda aplicarse de manera general.

En la conferencia sobre los acuerdos de La Haya y el Amparo, recordó que dicha convención tiene su origen en el propósito de proteger al menor en el plano internacional, respecto de los efectos perjudiciales que podría ocasionarle un "traslado" o una "retención ilícita", estableciendo procedimientos que permiten garantizar la restitución inmediata del menor al estado en que tenía su residencia habitual, así como asegurar la protección del derecho de visita.

El magistrado del Poder Judicial de Michoacán afirmó que la aplicación de las normas relativas a la convención puede originar, principalmente, violación a las garantías de legalidad previstas en los artículos 14, segundo y último párrafo, y 16, primer párrafo, ambos de la Constitución federal.

En este contexto, es evidente que el juicio de amparo protege la respetabilidad de la convención de que se trata, en virtud de que tiene como finalidad primordial mantener la supremacía constitucional mediante el respeto de las garantías individuales, a través de lo cual extiende su acción protectora hacia toda la Constitución y legislación secundaria del país.

La Haya

Los niños deben ser protegidos bajo todos los preceptos del mundo, declaró David Delgado, juez de circuito del Condado de Cook, Illinois, y ponente del tercer Seminario México-Estados Unidos sobre la Convención de La Haya en lo que respecta a la Sustracción Internacional de Menores.

En el antiguo salón de Plenos del histórico Palacio de Justicia, durante los trabajos desarrollados ayer la conferencia partió de la premisa de que la Convención de La Haya no es un documento frío, sino que debe verse como un instrumento de respaldo a los menores como seres humanos.

Hizo énfasis en que impere una interacción de respeto, confianza y cooperación entre los jueces de diferentes naciones, en este caso de México y Estados Unidos, puesto que son homólogos y representantes de las autoridades interinstitucionales de ambas naciones.

Ante los casos de restitución de menores, David Delgado habló del procedimiento judicial en su nación, donde una vez recibida la solicitud de restitución del menor y certificando la legalidad de dichos documentos ante el gobierno estadunidense, procede de inmediato a la búsqueda del menor.

Dijo que para ello, como juez cuenta con atribuciones tales como solicitar el apoyo de otros organismos como los de trabajo social, peritos, laboratorios e incluso instituciones educativas para ubicar a los niños.

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