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Summary: Una campaña está alertando fundamentalmente a los turistas extranjeros para que no cometan el delito de explotación sexual de niños, bajo pena de ir a la cárcel. "Explote sexualmente a una niña/o y va a parar a la cárcel. Aquí o en su país". Esta frase es el lema de la champaña iniciada este mes en diversas ciudades brasileñas, en especial en las de mayor flujo de turistas y/o cuya economía proviene de ese mercado.
Según informaciones de la Agencia de Noticias de los Derechos de la Infancia (ANDI), la campaña contempla la colocación de avisos en la vía pública, carteles y paneles en las principales avenidas y aeropuertos de Río de Janeiro, Recife, Fortaleza, Belo Horizonte, San Pablo, Salvador, Belem y Manaus. La acción más directa y cercana al turista será la colocación de volantes en los pasaportes de los extranjeros. El material publicitario es bilingüe, ya que también será entregado a la población de esas regiones para motivar denuncias sobre prácticas de explotación sexual. La campaña tendrá una duración de por lo menos seis meses. La movilización es promovida por la ONG Visão Mundial. Se trata de la edición brasileña de la campaña Child Sex Tourism Prevention Project, iniciada hace dos años en Estados Unidos, país sede de la entidad. La experiencia también ya fue llevada a Camboya, Tailandia y Costa Rica. "Esta acción ha posibilitado una mejor comprensión del problema por parte de los ciudadanos, como forma de conseguir una participación activa de la sociedad y una buena relación con las agencias del gobierno, entre otros objetivos", explica Ronaldo Martins, director de relaciones institucionales de la ONG. Los socios de Visão Mundial en la iniciativa son el Ministerio de Turismo, la Secretaría Especial de Derechos Humanos de la Presidencia de la República, el Comité Nacional de Enfrentamiento de la Violencia Sexual contra Niños y Adolescentes y el U.S Immigration and Customs Enforcement. Brasil, conjuntamente con Tailandia y Filipinas, son responsables por el 10% de los casos de niñas/os y adolescentes explotados sexualmente en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de Turismo (OMT). El Nordeste brasileño es conocido como uno de los principales destinos de esta práctica delictiva. La situación se agrava en los períodos de alta temporada, por ejemplo en la época del Carnaval, momento de mayor pico de visitas de extranjeros. Según la OMT, la mayoría de los turistas que practican turismo sexual en sus viajes a Brasil son europeos de clase media, con edad entre 20 y 40 años, predominantemente italianos, seguidos por portugueses, holandeses y estadounidenses.