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Summary: El Secretariado Internacional de la Organización Mundial Contra la Tortura (OMCT) solicita su intervención MUY URGENTE respecto a la siguiente situación en Argentina.
El Secretariado Internacional de la OMCT ha recibido con seria preocupación informaciones de fuentes fidedignas, entre ellas Antenna Internacional, organización miembro de la red SOS-Tortura de la OMCT, sobre los malos tratos y las torturas infligidas a un joven de 17 años de edad, cuyo nombre se mantiene en reserva, en hechos ocurridos en la Comisaría 6ª de La Plata, Provincia de Buenos Aires, Argentina. De acuerdo con las informaciones, el 5 de octubre de 2010, un joven de 17 años de edad fue arrestado de manera violenta cuando se encontraba en la casa de un amigo, arreglando su moto, y luego fue llevado detenido a la mencionada Comisaría 6ª de La Plata. Según las denuncias de la víctima, durante su arresto, un carro patrullero llegó hasta el lugar en donde estaban arreglando la moto y varios policías salieron del patrullero, sacaron al joven a golpes, al parecer sin motivo alguno, lo tiraron al piso, y le propinaron una paliza. Según las denuncias al lugar de los hechos llegaron luego cuatro vehículos patrulleros más y cerca de ocho policías lo patearon y continuaron golpeándolo en el suelo, mientras los vecinos observaban. A continuación se lo llevaron esposado a la Comisaría 6ª sin decirle razón alguna sobre las causas de su detención. Como el vehículo se dirigía hacia la zona de Punta Lara, él pensaba que lo llevaban al río para matarlo. Además lo amenazaron con que le darían un tiro en los sesos y luego lo arrojarían al río. En su denuncia el joven afirma haber sido víctima de malos tratos y torturas también en la Comisaría 6ª, puntualmente de las prácticas conocidas como submarino seco y húmedo. Según el relato: "me doy cuenta que me llevan a la Comisaría 6ª, en eso escucho que por radio el acompañante que me dijo que me iban a tirar al río, que dice "consigan una bolsa". Entro a la Comisaría por la entrada principal, me ingresan al calabozo del fondo, y dentro de ese lugar entre más o menos quince o veinte oficiales me comienzan a golpear en todo el cuerpo. En el piso uno de los oficiales me saca el cinturón de vestir y me comienza a dar cintazos con la hebilla sobre mi espalda desnuda en forma de látigo. Tengo en la espalda marcada la forma de la hebilla. En eso momento me sangraba del oído y de la boca. Pocos minutos después me hacen sentar en una silla afuera del calabozo con las manos atrás esposadas, me colocan una bolsa en la cabeza y me comienzan a asfixiar, mientras me golpeaban en el cuerpo con las culatas de armas y bastones de infantería. Así estuvimos más o menos una hora, me sacaban y me ponían la bolsa en la cabeza para asfixiarme y me pedían que firme los papeles por Resistencia a la autoridad. Al final, como yo no quería firmar, pusieron un tanque azul lleno de agua podrida en el piso, y me metieron la cabeza adentro y me sacaban y ponían igual que con la bolsa, y me pedían que firme. Me tuvieron más o menos así como treinta minutos, mientras me golpeaban y ahogaban". Según las informaciones, ese mismo día hacia las 5:30 p.m, personal de la Comisaría 6° informó a la Fiscalía Penal Juvenil y a la Defensoría Penal Juvenil de turno sobre la aprehensión de un joven de 17 años de edad, bajo la acusación del presunto delito de "resistencia a la autoridad". La Fiscalía Penal Juvenil dispuso entonces su inmediata libertad debido a que, según las informaciones, la resistencia a la autoridad, en sí misma, no configura un delito pasible de detención. El joven fue liberado alrededor de las 11 de la noche del mismo día luego de ser examinado en el Hospital Gutiérrez, aunque según las denuncias del joven, la revisión médica no fue exhaustiva. El habría perdido la audición en el oído izquierdo y presenta, entre otros, moretones en todo el rostro y una profunda angustia. De acuerdo con las informaciones, al día siguiente el joven se presentó ante la justicia acompañado por la madre y denunció todos los malos tratos y torturas de que había sido víctima en la mencionada Comisaría, además de la golpiza sufrida durante su arresto violento. El joven denunció que había sido amenazado él mismo y contra su familia en caso de que hablará de lo que le había pasado. Denunció también que el mismo día de su detención, personal de la Comisaría sexta habría detenido y golpeado brutalmente a otro joven de la misma edad. Se ha informado que el relato y las lesiones denunciadas parecen coincidir con el informe médico de la perito Dra. Laura Rico, miembro de la Asesoría del Cuerpo Técnico Auxiliar. La denuncia fue acompañada también por las fotografías tomadas en la asesoría pericial que dan cuenta de la gravedad de los golpes y lesiones recibidas. El caso fue denunciado también ante la justicia penal por representantes del Defensor del Fuero de la Responsabilidad Penal Juvenil, del Comité contra la Tortura de la Comisión Provincial por la Memoria y de la Fiscalía de turno. El Secretario Internacional de la OMCT recuerda a Argentina que el artículo 37 de la Convención sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas estipula que: a) "ningún niño sea sometido a torturas ni a otros tratos o penas crueles, inhumanos o degradantes [...] c) Todo niño privado de libertad sea tratado con la humanidad y el respeto que merece la dignidad inherente a la persona humana, y de manera que se tengan en cuenta las necesidades de las personas de su edad(...)", y también la necesidad de que sean aplicadas por el Estado parte tanto las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño como las del Comité contra la Tortura[1]. En línea con sus obligaciones y conforme a estos tratados, las autoridades competentes argentinas están obligadas a considerar seriamente cualquier alegación de tortura y otras formas de malos tratos, y a emprender una investigación rápida, eficaz, exhaustiva, independiente e imparcial, acerca de las circunstancias de la tortura y de los malos tratos infligidos al joven de 17 años en la Comisaría 6ª de La Plata, aquí denunciados, investigación cuyo resultado debe hacerse público, con el fin de identificar a todos los responsables, conducirlos ante un tribunal independiente, competente e imparcial y aplicarles las sanciones penales, civiles y/o administrativas previstas por la ley. Información adicional