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Aprobado en Brasil proyecto que prohíbe dar palmadas a los hijos Una comisión de la Cámara de Diputados de Brasil aprobó anoche un proyecto de ley que prevé sanciones para los padres que castiguen a sus hijos con palmadas, pellizcos o cualquier forma de violencia, informó hoy la prensa. La iniciativa, obra de la diputada socialista y pedagoga María do Rosario Nunes, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), prevé que padres y profesores que impongan castigos físicos a niños o adolescentes sean sometidos a programas oficiales de protección familiar, tratamientos psicológicos o psiquiátricos y cursos de orientación. El proyecto establece que los padres tienen derecho a exigir obediencia a sus hijos pero no pueden imponer su autoridad mediante agresiones físicas. Nunes reconoce que será difícil convencer a la sociedad sobre la conveniencia del proyecto, debido a que las palmadas son aceptadas culturalmente por muchos brasileños. Una encuesta informal hecha a través de Internet por la propia Cámara de Diputados mostró que el 83 por ciento de los padres considera que 'las palmadas a veces son necesarias' y que sólo un 17 por ciento las califica como una forma de violencia. 'Pese a que la ley cohíbe la violencia contra los adultos, la violencia contra los niños ha sido admitida y disfrazada como recurso pedagógico. El castigo físico impuesto a un niño, aunque moderado, es un acto de violencia y provoca traumas significativos', afirmó la relatora del proyecto, la diputada conservadora Sandra Rosado. 'El castigo físico aplicado a un niño tiene que ser abolido de la legislación como forma de educación. Educar por la violencia es incompatible con el nivel de evolución de la sociedad', agregó la legisladora. Aprobado en Brasil proyecto que prohíbe dar palmadas a los hijos Una comisión de la Cámara de Diputados de Brasil aprobó anoche un proyecto de ley que prevé sanciones para los padres que castiguen a sus hijos con palmadas, pellizcos o cualquier forma de violencia, informó hoy la prensa. La iniciativa, obra de la diputada socialista y pedagoga María do Rosario Nunes, del gobernante Partido de los Trabajadores (PT), prevé que padres y profesores que impongan castigos físicos a niños o adolescentes sean sometidos a programas oficiales de protección familiar, tratamientos psicológicos o psiquiátricos y cursos de orientación. El proyecto establece que los padres tienen derecho a exigir obediencia a sus hijos pero no pueden imponer su autoridad mediante agresiones físicas. Nunes reconoce que será difícil convencer a la sociedad sobre la conveniencia del proyecto, debido a que las palmadas son aceptadas culturalmente por muchos brasileños. Una encuesta informal hecha a través de Internet por la propia Cámara de Diputados mostró que el 83 por ciento de los padres considera que 'las palmadas a veces son necesarias' y que sólo un 17 por ciento las califica como una forma de violencia. 'Pese a que la ley cohíbe la violencia contra los adultos, la violencia contra los niños ha sido admitida y disfrazada como recurso pedagógico. El castigo físico impuesto a un niño, aunque moderado, es un acto de violencia y provoca traumas significativos', afirmó la relatora del proyecto, la diputada conservadora Sandra Rosado. 'El castigo físico aplicado a un niño tiene que ser abolido de la legislación como forma de educación. Educar por la violencia es incompatible con el nivel de evolución de la sociedad', agregó la legisladora.
El proyecto fue aprobado por la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara baja y ahora sólo depende de su ratificación en el pleno del Senado para convertirse en ley.
El proyecto fue aprobado por la Comisión de Constitución y Justicia de la Cámara baja y ahora sólo depende de su ratificación en el pleno del Senado para convertirse en ley.