Estrategia para los servicios en español 2014-18

Esta es la estrategia de CRIN para los próximos cinco años, del área de los servicios en español. La estrategia define quienes somos, la filosofía que guía nuestro trabajo, lo que queremos lograr y como pensamos hacerlo.

¿Qué planeamos hacer y por qué?

La estrategia para los servicios en español de CRIN está inspirada y a la vez contribuye a la Estrategia Global de CRIN para 2014-2018.

 

CRIN aspira a un mundo en el que los derechos de los niños sean reconocidos, respetados e implementados, y donde toda violación de esos derechos sea remediada. Esta visión se basa en la Convención de los Derechos de los Niños de la ONU, único modelo viable que el mundo ha visto para la protección de los derechos de los niños.

Durante 20 años, CRIN ha formado parte de un movimiento global que, impulsado por la Convención, se esfuerza por monitorear violaciones de los derechos de los niños por medio del compartir información y fomentar la incidencia política. A lo largo de todo este tiempo, el trabajo de nuestro servicio en español se ha centrado fundamentalmente en América Latina (aunque también ha incluido a España y Guinea Ecuatorial). Teniendo en cuenta que ya existían en la región redes de organizaciones trabajando por los derechos de los niños - construidas sobre la base de una lengua común, similaridades históricas y un patrón en materia de violaciones a los derechos humanos - el rol de CRIN ha sido el de proveer información sobre derechos de los niños y oportunidades de incidencia política global.

 

Fundamentalmente, creemos que el idioma no debe ser una barrera para el acceso a los derechos humanos y, por lo tanto, nos esforzamos por hacer todo nuestro trabajo accesible en español y otros idiomas oficiales de la ONU. Mientras continuamos proveyendo este servicio fundamental, la presente estrategia propone que CRIN adopte un enfoque más profundo de la región. Pretendemos usar la información, las investigaciones y los conocimientos reunidos a lo largo de las dos últimas décadas para apoyar a defensores regionales en su lucha por lograr cambios en todos los ámbitos relacionados con los derechos de los niños, por medio del fomento de nuevas visiones y estrategias de incidencia, incluyendo acciones legales cuando resulte necesario.

Este proceso funcionará en ambos sentidos: vamos a traer una perspectiva más global a la región, pero también confiamos en recoger las enseñanzas aprendidas en ella para compartirlas con el resto del mundo.

En tres años, queremos que los derechos de los niños estén a la vanguardia de todas las discusiones globales, regionales y nacionales en materia de políticas públicas. Como parte de nuestros esfuerzos globales en esta área, queremos ser capaces de apoyar a los niños y a sus defensores en el acceso a la justicia frente a violaciones de derechos que hayan sufrido. Y queremos trabajar con ellos para desarrollar una voz colectiva autorizada sobre todos los derechos de los niños - una voz que no se pierda en función del tema, consideraciones geográficas o de popularidad - por muy incómodo que resulte.

Como parte de nuestros servicios en español, es nuestro objetivo hacer esto a través de las siguientes acciones:

  1. Monitorear violaciones de los derechos de los niños en países de habla hispana;

  2. Abogar por cambios a través de:

    1. La introducción de discusiones de políticas públicas en foros regionales y nacionales.

    2. Combatiendo violaciones de los derechos de los niños mediante el apoyo a campañas y acciones legales;

  3. Involucrar a profesionales relevantes en nuestro trabajo y documentar procesos y experiencias para que otros puedan replicarlos.

Estas prioridades tienen por objeto proporcionar un marco de referencia para conseguir cambios en cualquier ámbito - lo que resulta crucial para el mandato de CRIN, basado en monitorear todos los aspectos relacionadas con los derechos de los niños. Esto significa que podemos fortalecer nuestro trabajo en ciertas áreas. En el caso de América Latina, esto incluye la violencia sexual en instituciones religiosas, la justicia para jóvenes y los derechos de los niños y empresas. Pero ésto también nos permite conservar la flexibilidad suficiente para responder a amenazas a los derechos de los niños a medida que estas surgen.

¿Cómo pensamos hacerlo?

La información es una poderosa - y muy necesaria - herramienta para la defensa de los derechos de los niños. Por este motivo nos esforzamos para que nuestro trabajo esté disponible en diferentes idiomas, con el objetivo de convertir la información en conocimiento. Aquí explicamos cómo pretendemos hacer avanzar los derechos de los niños y, de este modo, hacer que algún día el trabajo de CRIN deje de ser necesario...

Estas prioridades son secuenciales y deben entenderse como bloques de construcción que trabajan en conjunto.

1. Monitorear los patrones de violaciones de los derechos de los niños y vincularlas con mecanismos de reparación

Nuestro trabajo de monitoreo es la base de todo lo que hacemos. A través del seguimiento de los temas de actualidad en las noticias, de lo que los organismos de la ONU están diciendo y de la información aportada por nuestros contactos en todas las regiones del mundo, somos capaces de hablar y actuar con autoridad.

Para que esto suceda, como parte de nuestros servicios en español planeamos lo siguiente:
Hacer seguimiento de las reformas legislativas relativas a los derechos de los niños que se estén produciendo en cualquier país de habla hispana y alertar a profesionales en la materia -como pueden ser los expertos de la ONU- de sus implicaciones;
Identificar violaciones persistentes de los derechos de los niños de acuerdo a los criterios planteadas por los mecanismos de derechos humanos de la ONU y del Sistema Interamericano de Derechos Humanos;
Proporcionar análisis de vacíos e insuficiencias en los procesos de incidencia política en materia de derechos de los niños.

2. Promover el cambio a través de:

a. Iniciar el debate sobre políticas

Utilizamos nuestra labor de monitoreo y de investigación sobre derechos de los niños para detectar tendencias - tanto progresivas como regresivas - en la forma en que se abordan o no los derechos de los niños. Cuando identificamos un patrón de violaciones o una brecha en la defensa de los derechos de los niños, publicamos documentos de políticas y de discusión para generar debate y desafiar el pensamiento existente. Con esto, esperamos contribuir a un debate político riguroso, incluso sobre cuestiones difíciles y delicadas. Para que esto suceda, como parte de nuestros servicios en lengua española haremos lo siguiente:

  • Generar debate sobre los derechos de los niños emergentes o relegados, especialmente en ámbitos donde la acción política es poco clara, inexistente o necesita ser revisada.

  • Aportar una perspectiva global a la discusión de políticas con la inclusión de expertos de una variedad de profesiones;

  • Tomar parte en las discusiones relativas a los derechos de los niños en las Naciones Unidas y en el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, destacando estudios de caso de todo el mundo, incluyendo países de habla hispana

b. Confrontar violaciones de los derechos de los niños a través de campañas y acciones legales

Queremos asumir y alentar una defensa más fuerte y ambiciosa para garantizar los derechos de los niños en todas partes. Vamos a seguir poniendo en marcha campañas tanto en respuesta a violaciones persistentes de los derechos de los niños en todas partes del mundo, como para llenar lagunas donde no exista una campaña mundial coordinada. Algunas de nuestras campañas abordan las estructuras principales necesarias para hacer efectivos los derechos de los niños, mientras otras abordan cuestiones más específicas. La mayor parte de nuestras campañas contienen una componente legal, debido a que la ley es el primer lugar donde los derechos de los niños se deben reconocer. Sin ella, los niños no poseen ninguna base sobre la que reclamar sus derechos.

Para que esto suceda, como parte de nuestros servicios es español, haremos lo siguiente.

Continuaremos haciendo campaña en temas de acceso a la justicia, incluyendo- pero sin limitarnos- a:

  • Empresas y derechos humanos y derechos de los niños, como por ejemplo: el medio ambiente, las industrias extractivas, las sustancias tóxicas;
  • La violencia sexual contra los niños en instituciones religiosas;
  • Estructuras responsables de garantizar los derechos de los niños;
  • Justicia juvenil.

3. Involucrar a profesionales relevantes en nuestro trabajo y documentar procesos y experiencias para que otros puedan replicarlos 

Para que nuestro trabajo sea más eficaz, éste tiene que ser colaborativo. Queremos desarrollar las asociaciones y vínculos profesionales existentes y buscar otros nuevos, incluso con una gama más amplia de profesionales - algunos de los cuales puede que no hayan considerado hasta ahora los derechos del niño como relevantes en su campo.

Para que esto suceda, como parte de nuestros servicios en lengua española haremos lo siguiente:

  • Alertar a defensores de derechos de oportunidades de incidencia política internacional;

  • Apoyar a los defensores para que actúen sobre amenazas a los derechos de los niños;

  • Desarrollar relaciones con diferentes tipos de actores, como por ejemplo redes de abogados, profesionales de la salud, periodistas, etc;

  • Compartir nuevas tácticas en materia de acción legal, campañas, investigación y seguimiento de los derechos de los niños.

¿Cómo sabemos si estamos causando un impacto?

La naturaleza colectiva de nuestro trabajo implica que el crédito por el cambio obtenido siempre será atribuible a múltiples actores - como debe ser. Con nuestra labor podemos generar una idea o proporcionar evidencias frente a aquellos que toman las decisiones. Pero después de esto, las ONG nacionales, ministros u otras personas involucradas deben tomar la posta y continuar el trabajo.

A pesar de ello, hay varias maneras en que podemos medir nuestra contribución a la promoción de normas y el discurso de los derechos de los niños - tanto en términos temáticos, de contenido, como de lenguaje. Estas incluyen: el seguimiento de cómo nuestras posiciones y lenguaje se reflejan en los informes y recomendaciones de la ONU y el Sistema Interamericano de Derechos Humanos, la identificación de la asunción de nuestras ideas por parte de otros actores en la comunidad de los derechos de los niños y el seguimiento de los comentarios de las ONG nacionales acerca de cómo nuestro trabajo ha contribuido a la realización de reformas legislativas u otros acontecimientos en sus países.