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Della Wolf Kangro Wiley Richards es especial, ya que por primera vez, y de manera consentida, será una niña con tres progenitores. Hija de madres lesbianas, también tendrá como padre al hombre que donó el esperma, ya que la provincia canadiense de Columbia Británica ha permitido que los tres se registren como padres de la pequeña. Así, Della será hija de Danielle Wiley, Anna Richards y Shawn Kangro.
Toda una revolución que ha sido posible gracias a que el año pasado se modificaba la ley de familia de la provincia. En el país un donante puede saber qué hijos han nacido de su donación de esperma, y aunque sí que ha habido casos en que un tribunal ha dado derechos a ese progenitor sobre el bebé engendrado, siempre había sido de manera excepcional y después de que hubiese nacido, sin decidirlo desde antes. Y es que Danielle y Anna decidieron desde un primer momento que su pequeña tendría que tener una figura paterna como tal, y que no querían que el donante de esperma fuese un desconocido. Así, eligieron a Shawn, amigo de la universidad de Anna, que aportó el semen que más tarde Danielle se introdujo con una jeringuilla. "Queríamos que nuestro hijo supiera de dónde viene biológicamente. En realidad, nos gusta la idea de tener una gran familia ", dice Anna. "La participación de otra persona no tenía por qué ser amenazante para nosotras con tal de que fuera la persona adecuada".
Con contrato de por medio
Parece que todo les resultó bastante fácil. Desde el principio redactaron un contrato legal para establecer las normas de su peculiar relación. El texto especifica que Danielle y Anna son las madres 'oficiales' de la niña, ya que tienen su tutela y serán las encargadas de su manutención. Kangro será el tutor legal en el momento que ellas falten y podrá visitar a la familia en todo momento. Además, participará de cuestiones importantes en la vida de la pequeña como su escolarización y asuntos médicos. "Casi al instante, supe que aceptaría", dice Kangro, que sin embargo consultó con su madre, hermana y amigos antes de tomar una decisión. "Como es natural, lo vieron bien ".
Con el contrato en mano -que era un requisito legal del Estado-, acudieron a inscribir a Della, aunque debido a problemas burocráticos tardaron una par de meses. Barbara Findlay, la abogada que ha llevado el caso, asegura que " en los viejos tiempos, lo que primaban eran las conexiones biológicas y genéticas. Y eso ya no es lo verdadero. Ahora nos centramos en la intención de las partes que contribuyen a engendrar al niño, pero también a criarlo y educarlo. Y ese es un cambio realmente enorme".
Danielle, Anna y Kangro están muy felices de su situación y aseguran sentirse como "una familia normal". Según ellos, los vecinos les han recibido muy bien, aunque creen que son "un poco liberales". Los tres, junto a la pequeña Della, esperan poder tener más hijos de la misma manera. "La niña tiene tres padres y seis abuelos para que la malcríen", ha dicho Richards.