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[15 de junio de 2012] - El asesinato en masa de civiles en Siria continúa sin tregua y con más intensidad que nunca. El último balance de muertos supera los 14.000, y entre ellos se encuentran más de 1.200 niñas, niños y adolescentes. Ni el alto de fuego que entró en vigor en abril, ni el despliegue de monitores de la ONU han conseguido mitigar la tiranía del régimen sirio. No solo se ha visto un incremento en el número de víctimas, sino también en el grado de la brutalidad de las fuerzas de seguridad. Según informan testigos de las recientes masacres en Houla y Hama de más de 200 personas, la mayoría mujeres y niños, policías vestidos de civiles fueron de casa en casa matando a familias enteras. Los métodos empleados por las fuerzas de seguridad y las milicias que apoyan a Bachar el-Asad para torturar o matar ahora son más brutales. Muchas de las víctimas en Houla fueron maniatadas y apuñaladas. Y según un nuevo informe de Human Rights Watch, la violencia sexual también se emplea tanto contra mujeres y niñas, como contra hombres y niños. Dicho informe expone los testimonios de varias personas que fueron detenidas arbitrariamente, supuestamente por su “activismo político”, y que dicen haber sufrido y presenciado violencia sexual como método de tortura a manos de agentes de la policía. Según las personas entrevistadas por la organización, los métodos empleados incluyen violaciones, penetración con objetos, manoseo sexual, y electrochoque y golpes en los genitales. Un detenido relata que en su celda también se encontraban chicos jóvenes a los que sus torturadores les arrancaron las uñas. Según él, “tratan a los niños aún peor que a los adultos. Los torturan, pero también los violan... A un niño lo trajeron de vuelta a la celda sangrando de la parte de atrás.” A las milicias que apoyan a Bachar el-Asad y que realizan redadas de pueblos enteros también se les acusa de violar a mujeres y niñas, en un caso de tan solo 12 años, rutinariamente y como arma de guerra, con el objetivo de humillar y degradar a la víctima. Para leer el informe de Human Rights Watch, haz clic aquí (en inglés). Información adicional: