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[10 de mayo de 2007] - En Paraguay no existe prohibición alguna del castigo corporal para niñas y niños en escuelas y en el hogar, y en seis países de América Latina no existe legislación alguna al respecto. La Iniciativa Global para Acabar con Todo Castigo Corporal hacia Niños y Niñas busca erradicar esta práctica, que constituye una violación de los derechos humanos fundamentales de esta población. En nuestro país todavía no existe legislación que prohíba expresamente el castigo corporal contra niños y niñas en el ámbito de la escuela o el hogar, a pesar de que ya en 2001 el Comité sobre los Derechos del Niño de las Naciones Unidas recomendó al Estado que implemente medidas para paliar esta situación. El comité recomendó en ese entonces al país que “elabore medidas para dar a conocer mejor los efectos perjudiciales del castigo corporal y promueva el uso de otras formas de disciplina en las familias cuya aplicación sea compatible con la dignidad del niño y esté en consonancia con la Convención”, además de sugerir la prohibición explícita del castigo corporal en la familia, en la escuela y en las demás instituciones. En este sentido, la Iniciativa Global para Acabar con Todo Castigo Corporal hacia Niños y Niñas, un emprendimiento lanzado en 2001 y apoyado por organizaciones de todo el mundo, busca asegurar que las recomendaciones del Comité de los Derechos del Niño y de otros organismos de derechos humanos sean aceptadas por los gobiernos y que éstos adopten a la mayor brevedad posible medidas para implementar reformas legales y programas de educación pública. Como parte de la Iniciativa, las organizaciones Global… Infancia y Plan Paraguay desarrollaron la campaña “Tarjeta roja al maltrato infantil”, a través de la cual difundieron un spot televisivo sobre el tema, además de capacitar y sensibilizar a diversos actores para prevenir y enfrentar estas situaciones. En el material audiovisual - que fue difundido en los canales de televisión y en encuentros - niños, niñas y adultos muestran la tarjeta roja a un padre que maltrata verbalmente a su hijo durante un partido de fútbol, demostrando así su rechazo hacia esta práctica. El coordinador de la Iniciativa Global, Peter Newell, expresa que aún existe una creencia muy extendida de que el abuso infantil y el castigo corporal son distintos. Ésta provoca que el último sea percibido como válido y permite que los adultos prolonguen la aplicación de una violencia rutinaria “en un contexto de castigo o control”. Sin embargo, opina que no existe indicio más simbólico del estatus de los niños como inferiores a los adultos, “como objetos y posesiones” de éstos, que el del pretendido derecho de padres, madres o encargados a golpearlos y humillarlos. También reconoce que uno de los problemas mayores para la erradicación de estas prácticas es que tienen una dimensión muy particular: la mayoría de personas en todos los países del mundo han sido golpeadas por sus padres. Comprender que padecieron un abuso, aun cuando la intención fuera “educar”, es también aceptar que sus principales protectores actuaron de forma equivocada. Se trata, pues, de asumir también la tarea de erradicar fantasmas personales. A pesar de problemas como ése, el panorama mundial es alentador pues, según Newell, hay un avance acelerado para poner fin a esta violencia legalizada contra la niñez y muchos estados comienzan a asumir la importante tarea de formular políticas públicas que permitan su erradicación. Newell cree que hay una carrera abierta en la región latinoamericana para obtener el primer lugar en la abolición legal y total del castigo físico y humillante hacia la niñez y la adolescencia. Y lanza este llamado: “Apoyemos esta competencia y esperemos que todos los países lleguen sin retraso a la meta”. Los países con más terreno avanzado en la lucha contra el castigo parecen ser Costa Rica, Uruguay y Venezuela. En el primero, la Defensoría de los Habitantes de la República cabildea fuertemente en el Congreso, junto con otras organizaciones, para que sea aprobado el proyecto de ley “Abolición del castigo físico contra niñas, niños y adolescentes”, presentado en 2003. Ya han logrado sumar simpatías en el Parlamento. En Uruguay, la organización Servicios y Acciones por la Infancia, por medio de su programa Arcoiris, también logró, en mayo de 2006, el ingreso al Legislativo de un proyecto de ley que prohíbe el castigo físico y humillante hacia la niñez en todos los ámbitos destinados hacia su protección. En la actualidad trabajan intensamente para lograr los votos de las y los legisladores. En Venezuela, la organización llamada Centros Comunitarios de Aprendizaje (Cecodap) logró el reconocimiento de legal del Derecho al Buen Trato, y trabaja por incorporar éste y la prohibición del castigo físico y humillante en la Ley Orgánica para la Protección del Niño y del Adolescente. Es importante mencionar que se ha comenzado a trabajar para la formulación de políticas públicas orientadas a la concienciación de las sociedades sobre la problemática y a su prevención –para la cual resultan fundamentales los procesos educativos–, así como a la mediación de los casos, antes que a la penalización de padres o encargados. Ésta es vista como un recurso excepcional, dada la condición de dependencia de niñas y niños con respecto de los adultos. Más información
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