Enviado por Victor el
Resumen: CRIN está contactando a todos los candidatos a las próximas elecciones en junio de 2014 del Comité de los Derechos del Niño. En las entrevistas les preguntamos sobre sus experiencias en el campo de los derechos del niño, qué creen que pueden contribuir al Comité, cuál es su opinión sobre temas claves, cuál es su visión para el Comité y, en particular, cómo ven el rol de las ONG. Las entrevistas han sido editadas donde haya sido necesario por cuestiones de claridad y brevedad.
Jorge Cardona Llorens, de España, es actual miembro del Comité de los Derechos del Niño. Es además catedrático de Derecho Internacional en la Universidad de Valencia. En su trayectoria profesional también ha ejercido varios cargos directivos, entre ellos en el Observatorio del Refugio del ACNUR y el Fondo Depositario de las Naciones Unidas, ambos en Valencia, además de figurar como miembro de varios comités en materia de derechos humanos y de los niños.
Puedes leer el currículum completo de Jorge, además del sitio web de su candidatura.
1. ¿Por qué desea seguir siendo miembro del Comité de los Derechos del Niño?
Durante los casi cuatro años que llevo en el Comité he empezado muchas cosas dentro del Comité y me gustaría terminarlas. El trabajo del Comité es un trabajo apasionante, un verdadero privilegio. Yo creo que no hay que estar mucho tiempo; es bueno que se vaya renovando. Pero creo que ocho años – dos mandatos – te permiten poder terminar muchas de las cosas que has pretendido aportar al trabajo del Comité.
2. ¿Qué siente que ha logrado como miembro del Comité?
En primer lugar, ser miembro del Comité te aporta a ti mucho más de lo que le aportas tú al Comité. Me ha enriquecido enormemente… Me ha enriquecido profesionalmente, intelectualmente y anímicamente con el trabajo realizado.
Respecto a lo que yo he aportado, yo he intentado aportar diversas cosas al Comité. He intentado ayudar a reformar los métodos de trabajo. He sido el encargado [de esto] desde un principio. Y creo que he ido haciendo aportaciones para que cambiemos el sistema de diálogo con los Estados, para aumentar la participación de los niños en nuestros trabajos, para cambiar el reglamento, para intentar ser más eficaces.
En segundo lugar, creo que he aportado – y así me lo comentan los compañeros – una visión de especial atención a situaciones de mayor vulnerabilidad: la atención a los niños con discapacidad en especial, y también a otras situaciones de vulnerabilidad como los niños afectados por la situación de migración, o los niños demandantes de asilo y refugio donde yo he intentado aportar mi experiencia previa.
Y luego he intentado ayudar desde los aspectos más jurídicos. Yo soy jurista, y como jurista pues he participado en la elaboración del reglamento para aplicar el Tercer Protocolo [Facultativo relativo a un procedimiento de comunicaciones]. Formo parte del grupo de trabajo que hemos preparado [para] la entrada en vigor del Protocolo. Se me ha designado responsable para las comunicaciones que lleguen en español. Desde esa visión jurídica, participé muy activamente en la Observación General sobre el interés superior del niño. Es decir que he intentado aportar la experiencia vital en cuanto a la atención a la vulnerabilidad, y de formación en cuanto a la formación jurídica para aquellas cuestiones especialmente jurídicas.
3. ¿Qué tema de los derechos del niño, en su opinión, necesita de un mayor enfoque?
La crisis económica todavía está afectando muy gravemente a los derechos de los niños… No es solo una crisis de los Estados desarrollados; también tiene unas graves repercusiones en los Estados en desarrollo... Lo hemos visto en el diálogo con la mayor parte de los Estados durante estos cuatro años, y desgraciadamente lo vamos a seguir viendo. Es muy difícil hacer recomendaciones a los Estados cuando no se conoce su realidad. Los Estados no hacen presupuestos en perspectiva de infancia. No saben cuánta inversión realizan realmente en políticas de infancia. Y por lo tanto, a partir de ahí cualquier crisis que se produce en el Estado, que le repercute la crisis internacional, pues lleva a la adopción de medidas de ajuste donde las consecuencias solamente las conocemos por los efectos. Es decir el aumento de niños en riesgo de situación de pobreza o la disminución de niños escolarizados o el aumento de niños en situación de desnutrición.
Luego, el profundizar el conocimiento de la Convención [sobre los Derechos del Niño] será siempre un reto. Y será siempre un reto porque los niños cambian, y hay que profundizar de nuevo para los nuevos niños para que conozcan la Convención, y en muchas ocasiones se olvida esa difusión de la Convención, y el que no es consciente de sus derechos no los puede ejercer.
Los derechos de los adolescentes [es otro reto]. En mi opinión, el grupo de los adolescentes dentro de [la definición] de los niños está descuidado -- más que descuidado. En muchas ocasiones se olvida tanto por parte de los Estados como muchas veces por parte del Comité -- que nos preocupamos mucho de la primera infancia y la infancia en general hasta los 14 años. Pero los adolescentes son un grupo que se encuentra en una situación muy especial en los temas de justicia y en el ejercicio de derechos políticos, y que se encuentra olvidado porque ni ellos quieren muchas veces ser reconocidos como niños -- no se reconocen muchas veces en la Convención, y eso es porque no se les ha explicado bien que la Convención les cubre bien y que cubre bien sus derechos. Entonces yo creo que ese es un tema en el cual hay que profundizar mucho.
4. Los niños continúan siendo afectados de manera desproporcionada por la pobreza y los recortes presupuestarios que los Estados están haciendo debido a la crisis financiera. ¿Cómo cree Vd. que la comunidad de los derechos de los niños puede trabajar de manera más eficaz para proteger los derechos de los niños en este contexto?
En primer lugar hemos de tener claro, y ayudar al Estado a comprender, cuál es el contenido de sus obligaciones en materia de garantía de inversión. Eso implica la realización de la Observación General, que en mi condición de coordinador, pretendo que sea muy participativa, en el que participe la sociedad civil organizada, y los niños directamente -- y los Estados también, que sean escuchados por los problemas que la práctica implica muchas veces. Y una vez que el Estado tenga más claro el contenido de las obligaciones al respecto, hay que ser especialmente vigilantes.
Los niños, entre los muchos factores que inciden, uno de los factores más importantes en mi opinión es el factor tiempo, en el sentido de que el tiempo se mide de modo muy distinto para un niño que para un adulto. Y a un niño al que no se garantiza la inversión suficiente para que tenga sus derechos garantizados durante dos años, no ha perdido dos años; puede haber perdido toda la vida porque hay muchas cosas irrecuperables. Entonces en ese sentido hay que ser especialmente escrupuloso porque no se puede esperar. No se puede decir “bueno, ya vendrá”, “ya llegaremos”, porque sí llegaremos, pero llegaremos para otros, y no para los niños que han pasado. Yo creo que es muy importante, insisto: 1) clarificar las obligaciones, y 2) controlar el cumplimiento de esas obligaciones. Tener las recopilaciones de datos necesarias para revelar al Estado la situación, y que sea consciente de la necesidad de no poder esperar.
5. En nuestro monitoreo de los derechos de los niños, hemos notado una tendencia creciente para restringir el acceso de los niños a la información. Algunos países tienen leyes que prohíben la distribución a los niños de información sobre las orientaciones sexuales "no tradicionales"; otros impiden habitualmente a los niños el acceso a la información sobre cuestiones de género, la sexualidad y temas de salud, por ejemplo información sobre el uso de drogas. Estas restricciones son generalmente justificadas bajo el pretexto de proteger a los niños. ¿Qué piensa usted acerca de esto, y que se puede hacer más para promover el acceso de los niños a la información?
El equilibrio entre la protección y el empoderamiento en el ejercicio de los derechos es un equilibrio que es importante comprender para todos los derechos, pero sin lugar a duda los derechos civiles y políticos se ven especialmente afectados. Y [es algo] que tiene que ir de acuerdo con el grado de madurez del niño. Y es claro que un niño de primera infancia las medidas de protección suelen primar sobre las medidas de empoderamiento por la dificultad en el ejercicio en función de su grado de madurez. La madurez es la clave, más que la edad. Pero a medida que eso va evolucionando, exactamente en el nivel de madurez, hay que ir incrementando las medidas de empoderamiento.
Yo creo que hay un ámbito en el que [este tema] es especialmente claro, que es el ámbito de Internet; el ámbito del acceso a la información a través de la red. Y precisamente para reflexionar más sobre el tema es porque hemos convocado el día de debate general en septiembre de este año sobre medios interactivos y derechos del niño. Y lo queremos hacer no sólo desde el punto de vista de la protección, sino precisamente se ha insistido especialmente también sobre las buenas prácticas de empotramiento. Hay que hacer ver a los estados que el ejercicio de los derechos civiles y políticos exige el acceso a la información, un acceso a la información al que hay que dejar libertad al niño a partir de tener la madurez suficiente - y la madurez se alcanza para muchos temas muy pronto, no hay que esperarse a que cumpla los 16 o 18 años.
Entonces la clave aquí es, 1) estudiar las mejores prácticas existentes - que las hay; y 2) hacer ver a los estados las buenas consecuencias de las buenas prácticas. Porque [en este tema] hay mucha idea preconcebida… Primero hay que conseguir convencer al Estado de que la libertad de orientación sexual, y en los ámbitos donde se pone límites, son derechos, [en concreto] el derecho a la información sobre esas cosas, y el derecho al ejercicio. Además de conseguir [esto] - que es algo difícil con algunos estados en función de sus tradiciones culturales, y hay que seguir impulsando de todos los ámbitos… - [hay que] hacerles ver que el niño empoderado en sus derechos es un niño que al estar mejor informado es mejor ciudadano, y por lo tanto ejerce mejor sus derechos y respeta más los derechos de los demás. En ese sentido es importante yo creo más que dedicarse a criticar al Estado lo que hay que enseñar al Estado son las buenas prácticas. Y donde hay que poner el esfuerzo es ahí.
6. En enero de 2014, el Comité examinó los antecedentes de la Santa Sede en materia de los derechos de los niños, y en particular el abuso sexual institucional de los niños. En su opinión, ¿qué más cree que se puede hacer para proteger a los niños frente a la violencia sexual generalmente en las instituciones religiosas?
Le hemos formulado muchas recomendaciones a la Santa Sede. Yo creo que eso es transportable a las instituciones religiosas en su conjunto. Hay dos temas claves aquí. Un tema es la reparación del daño causado: se han violado derechos de niños, y eso debe de ser preparado, y hay que establecer todos los mecanismos para que se produzcan esas reparaciones. En segundo es la prevención, que… lleva consigo, en primer lugar, la formación específica de todo aquel que vaya a tener una relación con niños. No puede ser que no tengo una formación específica sobre los derechos del niño un sacerdote o un imán, porque va a tratar con niños. El segundo es el establecimiento de protocolos para evitar los problemas. No tiene ni pies ni cabeza que cualquier ONG que trabajan hoy con niños tenga un protocolo estricto de trato con niños, de no quedarse nunca solas con un niño en una habitación con la puerta cerrada, etc., y no lo tenga ninguna institución religiosa. Las instituciones religiosas están trabajando con niños habitualmente. Es [importante] el establecimiento de protocolos con normas rígidas para prevenir. No quiere decir que todos los sacerdotes de la Iglesia católica o de cualquier otra iglesia sean pederastas. Pero… hay que adoptar medidas, hay que darles formación, ha de haber protocolos de actuación, ha de haber procedimientos para detectar tempranamente cualquier tipo de situación, y para inclinarse en la duda siempre a favor del interés superior del niño respecto de cualquier interés como puede ser la fama o el prestigio de una determinada persona o institución.
7. Hay bastante debate sobre garantizar que los derechos de los niños sean tratados por todos los órganos de tratados de la ONU. En realidad, los derechos de los niños todavía no están siendo abordados de forma sistemática a través de la ONU. ¿Qué cree usted que se puede hacer para incorporar de manera más eficaz temas de los derechos de los niños, y cómo cree usted que el Comité podría ayudar con esto?
En el fondo me estás hablando de cómo podemos hacer que todo el sistema de órganos de tratados sea un sistema real en el que interactuemos todos y tengamos una influencia. Me explico: la clave es sin lugar a dudas una niña con discapacidad, hija de un trabajador migrante, a la que le violan un derecho civil o político debería ser protegida en condiciones de igualdad por el Comité de Derechos Humanos que vigila los derechos civiles y políticos, por el Comité de los Derechos del Niño porque se trata de una niña, por el Comité de los Derechos de la Mujer porque se trata de una mujer, por el Comité de Personas de Discapacidad porque [la niña] tiene una discapacidad, y por el Comité de Trabajadores Migrantes y sus Familias porque es hija de un trabajador migrante. Y debería de haber una perspectiva de infancia. Eso es difícil porque los Comités estamos formados por expertos de nuestra materia y no es fácil que exista el conocimiento experto en un grupo experto en trabajadores migrantes y familiares en relación con la infancia y los problemas específicos de la infancia. Entonces el único modo que hay en mi opinión, y que intentamos llevar a la práctica, es la relación entre nosotros. Formalmente, sólo existe un órgano de coordinación de los órganos de tratados que es la Conferencia de Presidentes. Y eso sirve para mucho, pero muy poco para lo que estamos hablando…
Lo que hemos empezado en la práctica es una relación personal entre miembros de los comités. Es cierto que eso no está formalizado; pero yo normalmente cuando voy a examinar a cualquier Estado en el marco del Comité de los Derechos del Niño [contacto] a amigos míos que forman parte de [los demás comités]. A nosotros nos faltan muchas veces la perspectiva de género o la perspectiva de migración o la perspectiva de especialización en un determinado derecho – porque tenemos muy clara la perspectiva de infancia. Entonces ahí es donde vamos estableciendo redes informales de comunicación. Cuando yo se que un Estado que ha pasado este año por el Comité el año que viene va a pasar por otro Comité, escribo a mis amigos para decirles que por favor tengan una especial atención a las dos o tres cuestiones que considero que han sido más importantes desde una perspectiva de infancia para ese Estado que tienen que ver con ese tratado...
Ese es el sistema a través del cual, de un modo informal, intentamos superar una barrera. La barrera que no somos un verdadero sistema, y cada órgano de tratado funciona como puede, autónomamente. Hay otro sistema que yo creo que es muy bueno y que ayudará a medio plazo que es el de redactar Observaciones Generales de modo conjunto. Nosotros estamos redactando una con el Comité de los Derechos de la Mujer sobre prácticas dañinas... Es un modo de sensibilizarnos mutuamente nosotros sobre las consecuencias de la discriminación en tema de género y ellos sobre la perspectiva de infancia en esas prácticas dañinas. Yo creo que deberíamos en un futuro plantearnos muchas Observaciones Generales conjuntas… Es un modo de aumentarles a ellos la sensibilidad en cuestiones de niños y nosotros también enriquecernos con sensibilidades que a veces nos faltan a nosotros que hemos de confesar.
8. Si usted fuera nombrado presidente del Comité, y tuviera que cambiar algo de cómo funciona el Comité, ¿qué sería?
Bueno, uno: para cambiar las cosas de como funcionan no hay que ser presidente. Lo que ocurre es que cambiar el método de trabajo del Comité no es algo que corresponda al presidente; le corresponde al Comité en su conjunto. Y sin ser el presidente llevó tres años de relator del Comité para reformar los métodos de trabajo. Entonces ya he hecho muchas propuestas… Yo creo que el Comité tiene que estar siempre revisando sus métodos de trabajo porque cada vez lo vamos haciendo mejor. Pero siempre es mejorable, y siempre se aprenden cosas nuevas y se tienen experiencias nuevas. Por ejemplo cuando yo llegué había un sistema de relatores en el diálogo con los Estados en virtud del cual los miembros del Comité eran los relatores y luego los demás miembros del Comité hacían las preguntas que querían. Eso hacía que todos los miembros del Comité habláramos y que el pobre Estado no pudiera hablar nunca porque no le dejábamos tiempo. Y a veces no se planteaban las cuestiones más importantes porque a veces los miembros del Comité preguntamos lo que a nosotros nos interesa o de lo que mas sabemos que no necesariamente es los puntos más importantes en relación con los derechos del niño de un determinado Estado. Bueno pues eso ya lo hemos cambiado y hemos creado el sistema de grupos de trabajo por país -- a propuesta mía. Precisamente para que cuatro o cinco personas sean las que estudien a fondo ese estado y los únicos que hagan preguntas para poder tener mayor tiempo posible para incidir en las cuestiones clave de ese estado. Yo creo que eso ha supuesto un gran avance, pero ahora hay que revisar ese modo a la luz de la experiencia para mejorarlo cada vez más entonces.
Pero luego hay muchos temas. Hay un tema clave para mi… en el que ya hemos introducido modificaciones. Dedicamos un retiro -- un fin de semana en el que el Comité se encierra en un hotel todos juntos… para trabajar sobre un determinado tema -- a la participación de los niños en los trabajos del Comité. No podemos estar definiendo los derechos de los niños sin los niños. Hasta ahora los niños participan, pero participan poco y no necesariamente bien. Hay muchas veces que las organizaciones de los niños presentan informes alternativos y algunos niños vienen a la pre-sesión a hablar con nosotros. Pero en el examen de los Estados, los niños tiene que participar más. Hemos de establecer mecanismos para que los niños hagan seguimiento de las recomendaciones del Comité en el país en el que viven, porque eso les ayudará a tomar mayor conciencia de sus derechos, y de la posibilidad de hacer lobby ante su propio Estado. Hemos de hacer que los niños participen más en la redacción de las Observaciones Generales [y] en los días de debate general. Y desde luego hemos de conseguir que los niños presenten comunicaciones en el marco del Tercer Protocolo. Ese es un gran reto para Comité: defender los derechos de los niños con los niños, y no sin los niños. Es uno de los temas de reforma de los métodos de trabajo.
9. Las ONG y las instituciones independientes de derechos humanos por supuesto tienen la oportunidad de contribuir al examen de los Estados Partes por el Comité. Pero, ¿cómo cree usted que el Comité puede trabajar de manera más eficaz con la sociedad civil, incluidas las organizaciones nacionales, en su labor de profundizar áreas de los derechos del niño en la Convención?
La sociedad civil y las legislaciones nacionales derechos humanos tienen un papel reconocido explícito en el marco del diálogo con los Estados. Deberían participar en la elaboración del informe del Estado, y nosotros [el Comité] al Estado le pedimos que el siguiente informe lo haga con la participación de la sociedad civil si no lo ha hecho, y siempre le preguntarnos en qué medida participado y como la has tenido en cuenta. Además es muy importante los informes sombras realizados tanto por la seria vivir como las organizaciones nacionales derechos humanos. Pero eso no basta. Sin lugar a duda para nosotros en relación con el diálogo interactivo con el Estado la sociedad civil y las instituciones nacionales derechos humanos son nuestros ojos. Nosotros no podemos estar visitando los estados -- visitamos muchos pero aun así no conoces la realidad. Y hay que seguir mejorando ese diálogo.
Pero tu pregunta tiene un segundo aspecto… que es como la sociedad civil y las instituciones nacionales de derechos humanos pueden participar en otros ámbitos del trabajo del Comité como es la detección de ámbitos donde hay que trabajar más y hay que profundizar. Y ese es el terreno de las observaciones generales y los días de debate general… No es que se prevea consultar con las ONG; es que se prevé que las ONG estén con nosotros haciendo la observación general. Por lo tanto que estén profundizando en… temas complejos. Yo creo que deben de participar en la exploración de esos temas, en el desarrollo de las observaciones generales, y al Comité. Al final es el Comité el que adopta la decisión; la observación general es del Comité, no es de la sociedad civil, no es de los niños, no es de los Estados. Pero no se puede hacer una buena observación general sin consultar con todos los agentes con los que la tienen que aplicar que son los Estados, con los que tienen que disfrutar el ejercicio del derecho que son los unos, y los que están trabajando que la sociedad civil organizada y las instituciones nacionales de derechos humanos. Yo creo que hay que hacer que participen mucho y esa es la intención. Es cierto que se han hecho observaciones generales donde esa participación no ha sido ideal se ha limitado a consultarles textos, ver los inputs del texto y tomar en consideración lo que fuera. Pero yo creo que eso es mejorable y en ello estamos, intentando hacerlo más participativo.
Y lo otro tema: … la adopción de criterios para nuevas observaciones generales. Hasta ahora se hacia una observación general porque había un miembro del Comité que… conseguía convencer a los demás. Eso no es correcto. Y una de las propuestas mías para la reforma a los métodos de trabajo es que necesitamos criterios para hacer observaciones generales que son necesarias y no que son buenas para la idea de una persona. Entonces hemos aprobado unos criterios y conforme a esos criterios abrimos a toda la sociedad para que nos hagan propuestas de observaciones generales y las valoramos conforme a los criterios. Los criterios son publicados, son conocidos, y es un modo de hacer que sea muy participativa la selección de temas a profundizar. Y lo mismo hemos hecho para los días de debate general -- que desgraciadamente son cada dos años y no todos los años porque no tenemos tiempo para todas estas actividades -- que es otro ámbito, otra actividad, a través de la cual es fácil profundizar más en los derechos. Entonces en ese marco los criterios pueden hacer que la sociedad civil nos ayude más en la detección de los temas en los cuales debemos de profundizar.
10. El Comité de los Derechos del Niño es el único órgano de tratado de la ONU que carece de un sistema para dar seguimiento (a sus Observaciones Finales y recomendaciones). ¿Si usted desarrollara este procedimiento, cómo sería?
Cuando yo planteé que se creara uno en uno de los documentos de reformas de los métodos de trabajo, se me contestó no por parte del Comité sino por parte de la Secretaría del Alto Comisionado [de Derechos Humanos] que el problema es que no tenemos ni tiempo ni medios porque nuestro Comité es el más sobrecargado de trabajo. Son 194 estados ya desde que ha entrado Palestina. Más los dos protocolos y no da tiempo; vamos desbordados de trabajo a todo momento. No tenemos recursos personales: no hay personal suficiente para ir haciendo seguimiento. Y no hay recursos materiales: no hay recursos económicos para establecer. Ante eso, yo no renuncié. Necesitamos un método de seguimiento. Entonces hemos de encontrar soluciones imaginativas con los recursos que tenemos, y aunque la Asamblea General de las Naciones Unidas nos haya aprobado mayor recursos para los próximos años en la cuestión de fortalecimiento de los órganos de tratados, para esto no nos da dinero así que seguiremos sin recursos… Entonces mi propuesta está en estos momentos en que los que han sido responsables de preparar el diálogo con un Estado… sean responsables de hacer un seguimiento de algún modo. Y el seguimiento que yo considero es, 1) con los otros órganos de tratados, es decir, pedir a los otros órganos de tratado que hagan preguntas de seguimiento de nuestras recomendaciones finales que es un modo de ir haciendo seguimiento. Y con eso ir realizando un informe para presentarlo al Comité por si el Comité tuviera que reaccionar. Si vemos que a un Estado le hemos formulado recomendaciones y que en los siguientes tres comités se le pregunta sobre el tema y no ha hecho nada, tal vez es el momento de reaccionar enviando un papel al Estado recordándole las recomendaciones que le hemos formulado.
Luego eso también habría que vincularlo mucho con el Examen Periódico Universal en el marco del Consejo de Derechos Humanos. Eso es más difícil porque el Comité ahí no tenemos la voz. La voz la tienen los estados y las ONG. Pero no es difícil hacer alianzas, especialmente con las ONG, que sí pueden formular alguna pregunta… [y también conseguir que] algún Estado o grupo de estados formule preguntas sobre las recomendaciones que nosotros formulamos. Otro ámbito de hacer seguimiento es el seguimiento más cercano al terreno. Para eso el Comité, la única fórmula que puede tener es una fórmula de alianzas - por la falta de recursos -con plataformas de organizaciones nacionales de la sociedad civil e instituciones nacionales de derechos humanos que no existen en todos los estados. Lo que sí que existen son agrupaciones regionales de la sociedad civil. Establecer relaciones con las agrupaciones regionales para poder realizar seguimiento de la región con la colaboración de los miembros del Comité… Son modos que no implican mayores recursos presupuestarios ni personales ni de tiempo del Comité. [Bueno,] algo de tiempo siempre, pero no tanto como pueden dedicar otros comités que no tienen tantos estados.
11. Ahora con la entrada en vigor del procedimiento de denuncias, ¿cómo cree usted que el Comité podría ayudar a asegurar que sea accesible para los niños?
En primer lugar hemos de hacer que el sistema de comunicaciones sea accesible y sea amigable para los niños. Eso es un enorme reto porque el sistema de comunicaciones es muy parecido al que hay para los demás órganos e tratados, pero es un sistema pensado para adultos. Y los funcionarios de Naciones Unidas sólo tienen experiencia de trabajar con adultos. Nuestra Convención y nuestro Protocolo plantean muchas especificidades. Un niño no utiliza el mismo lenguaje que un adulto y por lo tanto hay que adaptar las instancias y los modelos del sistema. Hay que adaptar incluso el instrumento utilizado para la presentación de comunicaciones de tal manera que hay que ser más flexible y que una grabación hecha por Skype debemos considerarla como un escrito, puesto que hay constancia de la misma dado que no podemos pedir al niño que escriba un documento en inglés para presentarlo ante el Comité. Entonces todo eso hay que hacerlo en lenguaje mucho más amigable y más accesible.
Espero que ahora en el mes de junio aprobemos los documentos que se han estado trabajando desde febrero en que los miembros de este grupo de trabajo con ayuda de expertos [para] hacer más accesible más amigable esto. Así como instrucciones más accesibles y adaptadas para los niños para que sean comprensibles el protocolo y el sistema de presentación de comunicaciones. Y luego de nuevo la clave final son las alianzas con la sociedad civil y sobre todo con las instituciones nacionales de derechos humanos. En mi opinión éstas han de tener un papel esencial en la aplicación del Tercer Protocolo. Y de hecho nos hemos propuesto iniciar una revisión de la Observación General número dos que era de las instituciones naciones de derechos humanos para introducir todo lo relativo al Tercer Protocolo, que es un modo de llegar más cerca - una institución nacional de derechos humanos que funcione bien es una institución que está cerca del niño y por lo tanto le va a hacer accesible y amigable el acceso al sistema de comunicaciones. En mi opinión son esas alianzas…que van a [determinar] la diferencia entre que sea un éxito el Tercer Protocolo a que al final se olvide como un documento inaccesible.