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[26 de enero de 2012] - El Ministerio de Salud ecuatoriano informó el jueves que investigará las denuncias de centros que ofrecen clandestinamente tratamientos para curar la homosexualidad, en los cuales se ha sabido se cometen abusos y vejaciones contra los “pacientes”. David Troya, un asesor de la ministra de salud, dijo a la AP que “estamos totalmente en contra de los centros donde se ofrece tratamientos de deshomosexualización, vamos a tomar las medidas necesarias de forma firme y drástica en cuanto a este tema”. Destacó que “no solamente vamos a estudiar … sino vamos a establecer una vigilancia (como ministerio) de los centros que ofrecen tratamientos de deshomosexualización, en esto somos muy claros y enfáticos, no existen tratamientos de deshomosexualización”. La ministra Carina Vance ha defendido públicamente los derechos de los homosexuales con anterioridad, especialmente cuando dirigió la Fundación Causana de la capital ecuatoriana, cuando organizó y presidió desfiles de mujeres lesbianas. Troya señaló que “para tener información real la ministra está contratando una persona para que se dedique exclusivamente al tema de esas denuncias” de los ilegales tratamientos de deshomosexualización. Paola Concha, una mujer que se define como lesbiana, relató a la AP la experiencia que vivió al ser internada cuando tenía 23 años en una de esas clínicas. “Recibí agresiones físicas y verbales durante los 18 meses que permanecí internada en uno de esos centros. Casi a diario me golpeaban y muchas veces fui esposada a un tubo”, expresó. “Fui internada en diciembre del 2006 por orden de mi familia que quería un tratamiento terapéutico para mi, pero ellos fueron engañados. En ese momento atravesaba una crisis de identidad y viví una verdadera tortura”, recordó Concha. Troya mencionó que “la Organización Mundial de la Salud ha señalado que la homosexualidad no es una enfermedad y que por tanto no se puede plantear una curación, por lo que quienes ofrezcan tratamientos están engañando a la gente y está cometiendo una ilegalidad”. Durante los 18 meses en que estuvo confinada en un centro de tratamiento, Concha explicó que solo pudo ver tres veces a su mamá, “cada vez por 10 minutos bajo la mirada de los que se hacían llamar terapeutas y de los guardias”. Agregó que su propia madre la sacó del “tratamiento” cuando se dio cuenta de las vejaciones a las que estaba siendo sometida. Troya indicó que “no tenemos una campaña de cierre de clínicas”, aunque dentro de ciertas inspecciones y al darle seguimiento a denuncias han cerrado varias “pero por incumplir el reglamento sanitario… no podemos decir que han sido cerradas por ofrecer tratamientos de deshomosexualización”. Efraín Soria, director de la Fundación Equidad, que defiende derechos de los homosexuales, dijo a la AP que “lamentablemente la autoridad aún no toma los correctivos necesarios para regular el trabajo que hacen clínicas donde ofrecen tratamientos de deshomosexualización”. “Las pocas clínicas que se han cerrado ha sido consecuencia de denuncias judiciales particulares”, aseveró. Según Soria, esas clínicas se camuflan en tratamientos para las adicciones, pero “se aprovechan de la ignorancia de la gente que no acepta la orientación sexual de sus hijos y ofrecen el servicio de curar la homosexualidad”. Se estiman en alrededor de 200 las clínicas que ofrecen tratamientos para las adicciones, principalmente localizadas en las grandes ciudades, aunque no se conoce el número de aquellas que incluyen tratamientos de deshomosexualización debido a que siendo un tratamiento ilegal no hacen pública esa oferta. Further Information: