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Representantes gubernamentales, académicos y organizaciones latinoamericanas han debatido en Río de Janeiro acerca de los criterios que podrían utilizarse para incluir los asuntos relacionados con la seguridad ciudadana y humana en la agenda de desarrollo posterior a 2015.
El seminario, denominado “Indicadores de Justicia y Violencia para la Agenda de Desarrollo post 2015”, ha estado promovido por el Programa de la ONU para el Desarrollo(PNUD) y forma parte del debate para la definición de las metas de Naciones Unidas para su agenda futura.
El coordinador residente del Sistema de Naciones Unidas en Brasil, Jorge Chediek, señaló que para incluir esos temas se requiere “el acuerdo político de los países” sobre este asunto, después de los compromisos preliminares ya adoptados en la conferencia Rio+20 y en la Asamblea General el pasado año.
Agregó que “la paz es una condición imprescindible para el desarrollo y también la centralidad de la seguridad de las personas dentro de la sociedad”.
Este es el primero de una serie de foros que se desarrollarán próximamente, también en África y Asia, que tienen por objeto buscar fórmulas para medir la violencia de manera eficaz y para promover la justicia.
Un informe del PNUD difundido a finales de 2013 reflejaba que la inseguridad ciudadana, la violencia y el delito crecen en América Latina y eso frena el desarrollo de la región. Esta sigue siendo la más desigual e insegura del mundo, con más de 100,000 homicidios anuales.
El aumento de las expectativas de consumo y la relativa falta de movilidad social impulsan el denominado "delito aspiracional", que se manifiesta en el robo masivo de aparatos tecnológicos y de productos de marcas famosas, según el informe.
La investigadora Fátima Marinho, de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) explicó en este seminario que en África apenas el 10 % de los asesinatos son registrados. En el caso de las Américas, se calcula que 1.150.000 personas perdieron la vida de forma violenta en la última década y en Venezuela y Paraguay, entre otros países, más del 30% de los homicidios no quedaron registrados.
La Organización de Estados Americanos (OEA) y la Fundación Oswaldo Cruz también participaron en este foro celebrado en Brasil.