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[NUEVA YORK/ PARÍS, 14 de abril de 2008] - La Organización de las Naciones Unidas se manifestó hoy a favor de la aplicación de políticas a largo plazo para la producción de alimentos de grano, de modo tal de evitar hambrunas ante el marcado aumento de precios en el sector. El secretario general de la organización, Ban Ki-moon, dijo en Nueva York que la escalada en la crisis por el acceso a los alimentos en el mundo ha alcanzado "dimensiones de emergencia" y advirtió que esto amenaza con minar los programas de lucha contra la pobreza. El tema fue tratado el pasado fin de semana en Washington por líderes del Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y ministros de Finanzas de los países más ricos. El presidente del BM, Robert Zoellick, advirtió que la crisis podría implicar una "pérdida de siete años" en la lucha contra la pobreza a nivel mundial. Zoellick reiteró la necesidad de que se cubran cuanto antes los 500 millones de dólares que reclama antes del 1 de mayo el Programa Mundial de Alimentos de Naciones Unidas. La ayuda tiene que llegar "ahora", para "poner comida en bocas hambrientas". "Es tan claro como eso", sentenció. Según el presidente del Banco Mundial, ya está comprometida aproximadamente la mitad, "pero eso no es suficiente". Funcionarios del BM y el FMI se reunieron hoy en los cuarteles centrales de la ONU en Nueva York para analizar cuestiones económicas globales con el Consejo Económico y Social de la organización. Ban asistió a la apertura del encuentro. "La comunidad internacional también necesitará tomar acciones urgentes y concertadas para evitar mayores implicaciones políticas y de seguridad de esta crisis en aumento", dijo Ban. "La ONU debe examinar formas de encabezar un proceso que dé respuestas inmediatas y a largo plazo a este problema global", añadió. Para el Relator de la ONU para la Alimentación, Jean Ziegler, la crisis desatada por el encarecimiento en espiral de los alimentos básicos como el arroz y el trigo sólo es el comienzo de un largo período de disturbios e inestabilidad en numerosas partes del mundo. En una entrevista publicada hoy en el diario galo "Libération", Ziegler asegura que "nos encontramos ante un período muy largo de disturbios, conflictos y olas de inestabilidad regional incontrolable marcadas por la desesperación de la población más vulnerable". Antes de que comenzara la crisis, un niño menor de 10 años moría cada 5 segundos en el mundo y 854 millones de personas se encuentran gravemente desnutridas. "Se trata de una masacre inminente", advirtió Ziegler. Ziegler culpó de la crisis a la "indiferencia de los gobernantes del mundo" y criticó especialmente el apoyo estadounidense a los biocombustibles. "Si se lanza una política de biocombustibles en Estados Unidos gracias a subsidios de USD 6 000 millones y esos biocombustibles suponen retirar 138 toneladas de grano del mercado, se está cometiendo un crimen contra la humanidad para satisfacer la propia necesidad de combustible", acusó Ziegler. Información adicional
Association: DPA