BRAZIL:Trabajo infantil todavía es elevado (11 de noviembre del 2005)

Summary: Adital - Según un análisis exponencial sobre el número de niños trabajadores, en 10 años, en 2015, Brasil tendrá todavía cerca de 2,7 millones de niños entre 10 y 17 años trabajando

 

A pesar de una substantiva reducción, según datos de la Pesquisa Nacional por Muestreo en Domicilios (PNAD), del IBGE (Instituto Brasileño de Geografía y Estadística), referentes a 2003 (4,6 millones), en relación a 1992, todavía es una cifra considerable de casos de trabajo infantil. Esa es una de las conclusiones del estudio "¡Brasil sin trabajo infantil! ¿Cuándo? - Proyección de estimaciones de erradicación del trabajo infantil y análisis seleccionados, en base a datos de 1992-2003", lanzado por el Programa Internacional para la Eliminación del Trabajo Infantil, de la Organización Internacional del Trabajo (IPEC/OIT). 

La principal conclusión del estudio es que, aunque el trabajo infantil en Brasil esté disminuyendo, su incidencia continúa siendo alta. Será necesario identificar formas de disminuirlo más rápidamente. En base a los análisis, se puede decir que el trabajo infantil disminuirá significativamente en los próximos años, pero no se extinguirá. Todavía hay mucho a ser realizado a nivel de las esferas gubernamentales y sociales para la completa extinción del problema.

Es importante destacar que las tendencias son significativamente diferentes en relación con la faja etaria y la región del país. Para los niños entre cinco y nueve años las proyecciones son más optimistas, demostrando la posibilidad de erradicación del trabajo infantil en el 2015. Pero es importante resaltar las diferencias regionales, que indican que algunas áreas merecen más atención gubernamental que otras, por estar en peores situaciones o por presentar menor índice de reducción. Existen también, diferencias importantes entre los sexos (los niños trabajan proporcionalmente más que las niñas) y entre las áreas urbana y rural. Los índices de niños que trabajan en la zona rural es más del doble que en la urbana.

Otros análisis realizados en el estudio muestran que existe un conjunto de factores sociales con fuerte correlación con el índice de trabajo infantil. Acciones sociales que consigan disminuir la evasión escolar, que apoyen el mantenimiento de la estructura familiar o que hagan descender el embarazo en la adolescencia, por ejemplo, muy probablemente llevarán a menores índices de trabajo infantil.

Se puede analizar, inclusive, cualquier esfuerzo de programas de generación de renta complementaria que debe estar integrado a acciones estructurantes en el sector de la educación.


Cuanto más temprano una persona comienza a trabajar, menor será, en promedio, su renta para toda la vida. Los grupos que comenzaron a trabajar aún cuando eran niños (hasta 17 años), no presentan promedios de renta superiores a R$ 1.500,00. Más que una coincidencia de números, los datos indican que el trabajo infantil condena a la persona a permanecer en un círculo vicioso: trabajo infantil, baja escolaridad, bajo rendimiento.

Otro dato importante en el análisis de los datos de la PNAD 2003 se refiere a la relación entre migración y trabajo infantil. Los jóvenes entre 10 y 17 años que viven en el municipio de nacimiento trabajan en menor proporción que aquellos que se mudaron.

Los dados de la PNAD 2003 también demuestran que, en general, los "programas sociales orientados a la educación" consiguen disminuir la proporción de niños entre 10 y 17 años que trabajan, pero no de forma significativa. Para niños menores, el ser beneficiarios no disminuye la proporción. Este resultado puede estar relacionado a la importancia de la renta del niño para la familia y que la enseñanza básica en el país se inicia a partir de los 7 años. Es de notar que la Beca Escuela contempla niños en edad escolar.

La correlación trabajo infantil y frecuencia escolar es significativa. La proporción de niños que no estudian y que trabajan es más del doble cuando se la compara con aquéllos que estudian. No se puede concluir cuál sería la causa y cuál el efecto, pero una verdad es que los niños que frecuentan la escuela trabajan menos.

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