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[11 de agosto de 2013] - Los ataques con ácido que sufrieron esta semana dos jóvenes británicas en la isla de Zanzíbar, Tanzania, localizada en el este de África, vuelven a poner de manifiesto esta terrible agresión que afecta a personas de diferentes nacionalidades, culturas y religiones. Pero, ¿con cuánta frecuencia ocurre este tipo de ataques? Cualquier individuo que lance ácido en el rostro de una persona, busca dejarle una cicatriz de por vida. "Es que si tú le das una puñalada a alguien es una herida y punto; un tiro, listo; pero la quemadura con ácido marca para toda la vida", le dijo Viviana Hernández, una víctima de una agresión con ácido en Colombia al corresponsal de la BBC en ese país, Arturo Wallace. "No quieren matar a la persona, no. La intención es dañar y dejarla dañada de por vida", indicó Hernández en 2012. Se trata de un delito marcado por el género. Expertos aseguran que mujeres y niñas son las víctimas en casi 80% de los ataques. De este porcentaje, alrededor del 30% son menores de 18 años. Kirstie Trup y Katie Gee, las dos turistas británicas atacadas en Zanzíbar, caminaban por la calle cuando dos hombres les tiraron ácido en la cara, el pecho y las manos. El director artístico del Ballet Bolshoi de Rusia, Sergei Filin, fue atacado con ácido en enero. Después de 18 operaciones, el artista sigue prácticamente ciego de acuerdo con la información que ha circulado. Otro caso que tuvo resonancia fue el de Katie Piper, una modelo inglesa que fue víctima de un ataque con ácido orquestado por un novio celoso en 2008. Desde entonces, se ha sometido a casi 100 operaciones y se ha transformado en una activista que buscar crear conciencia sobre el sufrimiento de las víctimas de ataques con ácido. El Servicio Nacional de Salud del Reino Unido (National Health Service) no discrimina los ataques perpetrados con ácido. Entre 2011 y 2012, se registraron 105 admisiones a hospitales en Inglaterra debido a: "agresión con sustancia corrosiva". Esta clasificación no se limita al acido, ya que incluye otras sustancias. Cada año se registran 1.500 casos de ataques de este tipo en todo el mundo, de acuerdo con la Fundación Internacional de Sobrevivientes del Ácido (ASTI, por sus siglas en inglés: Acid Survivors Trust International). "Es muy probable que una gran cantidad de casos no sean reportados. A la mayoría de las víctimas les da miedo denunciar lo que les pasó a la policía porque temen que haya represalias", indicó Jaf Shah, director ejecutivo de la organización. La ausencia de estadísticas dificulta saber si los ataques con ácido se han incrementado a nivel mundial, comenta Shah. Pero en India, estos eventos constituyen un problema que va en aumento. ASTI estima que 1.000 ataques con ácido se producen cada año. Hace ocho semanas, la Corte Suprema de ese país criticó al gobierno por no hacer lo suficiente para resolver el problema. Mohammad Jawad, un cirujano plástico que ayudó a reconstruir el rostro de Piper y que trabaja con víctimas en el sur de Asia, indicó que este tipo de acciones intentan destruir la identidad de la persona afectada. "El agresor dice: 'No la quiero matar, voy a hacer algo para deformarla'. Para las víctimas es como si estuvieran muertas en vida y desde la perspectiva legal, es una zona gris". Según el médico, no tiene que ver con la cultura o con la religión. "Los ataques ocurren en partes del mundo donde a las mujeres no se les respetan sus derechos. Es una forma extrema de violencia doméstica". Jawad considera que es vital que las quemaduras con ácido se traten con rapidez. "Las primeras horas son muy importantes", indicó el doctor. Cuando ocurren quemaduras térmicas, el daño se produce en ese instante. Pero en el caso del ácido, la quemadura continúa dañando la piel hasta que la sustancia se neutraliza. Se reportó que Gee y Trup corrieron hacia el mar para quitarse el ácido antes de que el daño pudiese ser permanente. Aunque hay bacterias en el mar, la decisión que tomaron las dos jóvenes fue buena, de acuerdo con Jawad. El agua salada en forma de salina hipertónica (salina muy salada) es usada para neutralizar el ácido. Agentes limpiadores pueden succionar el ácido y extraerlo del tejido a través de un proceso de ósmosis a la inversa, explicó Jawad. Los ataques con ácido parecieran ser desproporcionadamente comunes en el sur de Asia. Así como ocurre en India, Shah cree que hay un número "muy alto" en Afganistán, pero no hay cifras oficiales. Bangladesh y Pakistán también tienen un número considerable de casos. Shah dijo que a diferencia de India, donde no hay un registro detallado de los ataques con ácido, en Pakistán y Bangladeh se están haciendo esfuerzos desde el punto de vista legislativo. La principal motivación de los perpetradores es vengarse porque sus propuestas de matrimonio o insinuaciones sexuales fueron rechazadas. En Bangladesh, los ataques denunciados disminuyeron desde que el gobierno hizo más estrictas las normas para vender ácido e introdujo la pena de muerte para los agresores en su código penal. En 2002 hubo 492 ataques con ácido en ese país. El año pasado, se registraron menos de 75, dijo Shah. Pakistán también modificó su legislación con respecto al tema. En esa nación se registran entre 250 y 300 casos cada año. Una ley que entró en vigencia en diciembre de 2011 hizo que las denuncias aumentaran en 300%, explicó Shah. Para el experto, el alto número de ataques en el sur de Asia puede explicarse por la facilidad con la que se consigue el ácido. Esta sustancia química es ampliamente usada en las industrias textil, del plástico y de la joyería. Por esta razón, también se han registrado ataques en áreas de producción de plástico como las que hay en Camboya. Un litro de ácido puede ser adquirido por un dólar o incluso por 50 céntimos de dólar, dijo Jawad. clicLea: El drama de las paquistaníes desfiguradas con ácido El daño que producen los ataques con ácido en países en vías de desarrollo es mucho peor. Encontrar agua puede ser difícil para alguien que busca desesperadamente quitarse el ácido. Unidades para quemados son pocas y muchas veces están ubicadas en áreas lejanas para las víctimas. Shah recuerda cómo una mujer en Nepal tuvo que caminar "en agonía absoluta" por 24 horas antes de que pudiera recibir tratamiento. El problema no es solo del sur de Asia. Ha habido casos en Irán y, el año pasado, en Colombia se registraron 150 incidentes de este tipo. Informes recientes señalan que el número de incidentes de este tipo en Italia va en aumento. La colombiana Viviana Hernández, de 28 años, perdió el ojo izquierdo y sufrió graves quemaduras en el rostro, el pecho y una mano en un ataque perpetrado hace seis años. "De pronto uno ve que viene ese líquido hacia la cara de uno y piensa que alguien se resbaló, que se cayó, no sé, que a uno lo quieren mojar", dijo Hernández. "Pero uno nunca se imagina que eso le puede pasar". "Tenemos conocimiento de casos que no han sido denunciados por amenazas, por miedo, por presiones", indicó Hernández, quien forma parte de un colectivo de víctimas que lucha contra la situación. Aunque la violencia contra la mujer no es un fenómeno nuevo en Colombia, los ataques con ácido son considerados una de las más crueles formas de agresión. Incluso cuando las leyes se vuelven más estrictas, las condenas pueden ser difíciles de implementar en sociedades dominadas por los hombres. En Pakistán, una mujer que murió de un ataque con ácido, dejó un video que grabó con su celular en el que denunciaba a sus agresores. Los sospechosos –su esposo y sus suegros- fueron absueltos. Pueden pasar años para que las víctimas se recuperen, afirmó Shah. En muchos casos necesitan docenas de intervenciones quirúrgicas. Además, está el trauma psicológico. "Si las víctimas han sido aisladas por sus familias, la exclusión se vuelve muy severa", dijo Shah. Información adicional:Temor
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pdf: http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/08/130810_ataques_acidos_mundo_...