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¿Qué es la OEA? La OEA es una organización regional intergubernamental destinada a reforzar la democracia y la cooperación en América. Sus Estados Miembros trabajan conjuntamente para promover los derechos humanos, defender intereses comunes y discutir otros asuntos de mayor importancia que afecten a la región. Los Estados Miembros imponen políticas de importancia y objetivos a través de la Asamblea General, integrada por ministros de asuntos exteriores del hemisferio occidental, cada vez que se reúnen una vez al año. Las acciones en marcha están guiadas por el Consejo Permanente, integrado por embajadores nombrados por los Estados Miembros. ¿Quién participa en la OEA? La OEA está integrada por 35 Estados Miembros procedentes de América del Norte, del Centro y del Sur y el Caribe. Cuba es miembro pero está excluida de participar en la OEA desde 1962. ¿Qué hace la OEA por los derechos del niño? La OEA no dispone de un órgano específico que vele por los derechos del niño, pero posee dos mecanismos de derechos humanos generales que se ocupan de los derechos del niño: la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Estos órganos fueron creados por la Carta de la OEA y la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Carta de la OEA fue abierta a la firma en 1948 en una conferencia en Bogotá, Colombia. La Carta entró en vigor en 1951 y fue corregida dos veces. Aunque la Carta no menciona demasiado los derechos humanos, establece la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en el artículo 53. Este artículo dice que la función principal de la Comisión es promover y proteger los derechos humanos en la región (Artículo 106). En un inicio, la función de la Comisión consistía en velar por el cumplimiento por parte de los Estados de los derechos establecidos en la Declaración Americana. En 1969 la Convención Americana sobre Derechos Humanos fue abierta a la firma y entró en vigor en 1979. Dicha convención establece los derechos que toda persona que viva en uno de los Estados que ratifique la Convención puede reclamar, y estos Estados pueden ser obligados a rendir cuentas si violan estos derechos. La Convención también se extendió a las funciones de la Comisión. Lea el Estatuto de la Comisión Interamericana. Esta Convención también creó la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Los gobiernos que no respeten o protejan los derechos establecidos en la Convención Americana pueden ser obligados a rendir cuentas ante la Corte, siempre que hayan aceptado la autoridad de la Corte. La Corte es un órgano judicial cuyas decisiones tienen la fuerza de una corte de ley. El sistema Interamericano posee un sistema horizontal para la protección de los derechos humanos. · Todos los Estados Miembros deben cumplir con los derechos establecidos en la Declaración Americana. Aquellos que no lo hagan pueden ser llevados ante la Comisión Interamericana. · Los Estados que hayan ratificado la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Estos Estados deben cumplir con los derechos establecidos en la Convención, pero si no han aceptado la autoridad de la Corte, no pueden ser llevados ante la Corte. · Los Estados que hayan aceptado (normalmente a través de una declaración) la autoridad de la Corte, denominada la “jurisdicción contenciosa” de la Corte, pueden ser obligados a rendir cuentas por la Corte, quien puede emitir decisiones vinculantes para ellos. Descubra aquí más sobre derechos del niño en el sistema de derechos humanos interamericano: Comisión Interamericana de Derechos Humanos – Corte Interamericana de Derechos Humanos.
La OEA también ofrece condición de observador permanente a los Estados fuera de América; en la actualidad, 57 Estados y la UE tienen condición de observador.
Los órganos de derechos humanos interamericanos dependen directamente del Secretario General de la OEA, José Miguel Insulza.
En la misma conferencia, los Estados Miembros adoptaron la Declaración Americana sobre los Derechos y Deberes del Hombre. Esta declaración explica con todo detalle los derechos humanos de todos los habitantes de América y el Caribe, pero no posee fuerza legal vinculante. Todos los Miembros de la OEA han firmado la Declaración Americana.