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El Estudio
El Estudio del Secretario General de la Organización de las Naciones Unidas sobre la Violencia Contra los Niños tiene como objetivo proporcionar una descripción detallada sobre la naturaleza, el alcance y las causas de la violencia contra los niños y las niñas, y proponer recomendaciones para prevenir y dar respuesta a este problema. Esta ha sido la primera vez que se ha intentado documentar la realidad de la violencia contra los niños en el mundo e identificar los pasos que se están dando para erradicarla.
Conclusiones Principales del Estudio
El Estudio concluye que la violencia contra los niños está presente en casi todos los ámbitos de la vida de los niños, desde el hogar, la escuela, la calle o el lugar de trabajo, hasta las instituciones de acogida y centros de detención. Los niños son golpeados, torturados, abusados sexualmente y a veces hasta asesinados, por aquellas mismas personas responsables de su cuidado, siendo muchas de estas formas de violencia legales y socialmente aceptadas.
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Antecedentes
En 2000 y 2001, el Comité de los Derechos del Niño organizó dos días de debate para tratar el problema de la violencia contra los niños. La Asamblea General solicitó al Secretario General, mediante la resolución 56/138, que llevara a cabo un estudio detallado sobre la cuestión de la violencia contra los niños.
En 2003, el profesor Paulo Sergio Pinheiro fue nombrado Experto Independiente para llevar a cabo el Estudio, en nombre del Secretario General de la ONU. Este fue el primer estudio exhaustivo y de conjunto llevado a cabo por la ONU, con el fin de documentar la realidad de la violencia contra la infancia en todo el mundo, desde la perspectiva de los derechos humanos, la sanidad pública y la protección de menores.
El objetivo del Estudio fue investigar, transmitir la información obtenida y proponer recomendaciones, en base a esta información, para atajar la violencia contra los niños en cinco ámbitos: el hogar y la familia; el colegio; instituciones de acogida y centros de detención; el lugar de trabajo y la comunidad. A raíz del Estudio, se encontraron en todos los países alarmantes niveles de violencia que afectaban al día a día de los niños. El Estudio sobre la violencia fue un proceso colectivo que supuso consultas en nueve regiones y docenas de reuniones de expertos. En él se involucraron miles de personas, desde funcionarios de gobierno, niños o miembros de distintas sociedades civiles, hasta varias agencias de la ONU.
El Estudio fue presentado en la Asamblea General de 2006 y fue acompañado de el libro Informe Mundial sobre la Violencia contra los Niños. El Estudio aportó 12 Recomendaciones y propuso el nombramiento de un Representante Especial del Secretario General (RESG) sobre la Violencia contra los Niños.
Participación de los Niños
Uno de los factores principales de las consultas regionales fue la participación directa de los niños. En cada una de estas consultas los niños se reunieron, con antelación, con instructores adultos que les ayudaron a ordenar sus propuestas, para después poder tomar parte en los grupos de trabajo y sesiones plenarias, donde tuvieron la oportunidad de exponer, en varias ocasiones, sus propias aportaciones. En cada una de estas regiones, los niños se reunieron de manera formal e informal con Paulo Pinhero.
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Principios Rectores
El profesor Pinheiro explica en el informe que se guió por los siguientes principios, que quedaron recogidos en sus recomendaciones, a la hora de elaborar el Estudio:
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Ningún tipo de violencia contra los niños puede ser justificado. Los niños nunca deben recibir menos protección que los adultos.
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Toda la violencia contra los niños se puede prevenir. Los Estados deben invertir en políticas y programas basados en pruebas para abordar los factores causantes de la violencia contra los niños.
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Los Estados tienen la responsabilidad primordial de hacer que se respeten los derechos de los niños a la protección y al acceso a los servicios, y prestar apoyo a la capacidad de las familias para proporcionar cuidados a los niños en un entorno seguro.
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Los Estados tienen la obligación de garantizar que toda persona que cometa actos de violencia contra los niños rinda cuentas ante la justicia.
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La vulnerabilidad de los niños a la violencia está relacionada con su edad y capacidad evolutiva. Algunos niños, debido a su género, raza, origen étnico, discapacidad o condición social, son especialmente vulnerables.
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Los niños tienen derecho a expresar sus opiniones y a que éstas se tengan en cuenta en la aplicación de políticas y programas.
(Paulo Sergio Pinheiro, Informe oficial del Estudio del Secretario General de la ONU, § 93)
Recomendaciones
El informe oficial del Estudio presentado a la Asamblea General recoge un conjunto de 12 recomendaciones “generales”. También están recogidas otras recomendaciones más detalladas relativas a los cinco ámbitos donde se produce la violencia: el hogar, la escuela, la calle, los sistemas de justicia y de atención al niño, el lugar de trabajo y la comunidad.
Estas son las recomendaciones generales:
- Fortalecer los compromisos y medidas nacionales y locales
- Prohibir toda violencia contra los niños
- Dar prioridad a la prevención
- Promover valores no violentos y la concienciación
- Aumentar la capacidad de todos los que trabajan con y para los niños
- Proporcionar servicios de recuperación y reinserción social
- Garantizar la participación de los niños
- Crear sistemas de denuncia y servicios accesibles y adecuados para los niños
- Asegurar la rendición de cuentas y poner fin a la impunidad
- Abordar la dimensión de género de la violencia contra los niños
- Elaborar y aplicar sistemáticamente sistemas nacionales de reunión de datos e investigación.
- Fortalecer los compromisos internacionales.
Otras recomendaciones tratan sobre el seguimiento, en el ámbito regional e internacional, de las recomendaciones del Estudio e incluyen la propuesta para nombrar un Representante Especial del Secretario General de la ONU sobre la Violencia contra los Niños – Leer más abajo.
A lo largo de su informe, el profesor Pinheiro hace hincapié en la necesidad de implementar de manera urgente las recomendaciones del Estudio, destacando tres de ellas y fijando las siguientes fechas límite para su aplicación:
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Antes de 2007: La integración en los procesos nacionales de planificación de medidas destinadas a prevenir la violencia y dar respuesta a ese problema, incluyendo el nombramiento de un coordinador, preferiblemente a nivel ministerial.
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Antes de 2009: Prohibir por ley toda la violencia contra los niños, niñas y adolescentes.
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Antes de 2009: Iniciar un proceso para desarrollar sistemas nacionales de recopilación de datos fiables.
Socios
Tanto el Experto Independiente como la Secretaría del Estudio contaron con el apoyo de tres agencias de la ONU: la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos (OACDH), el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) y La Organización Mundial de la Salud (OMS). El profesor Pinheiro designó un Comité Editorial multidisciplinario de expertos para recibir consejo y fue también respaldado por un Grupo Asesor de organizaciones no gubernamentales que incluyó a niños y a jóvenes.