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Summary: Entérate de cómo funciona la Convención de los Derechos del Niño y qué sucede si el gobierno u otra persona no la cumplen.
Es importante recordar que cuando el gobierno de nuestro país firmó la Convención de los Derechos del Niño se comprometió a trabajar para hacer cumplir nuestros derechos, garantizar nuestro bienestar y desarrollo y debemos exigirles que lo cumplan. Si el gobierno falla en cumplir lo que dice la Convención o alguien viola nuestros derechos, nosotros individualmente o por medio de nuestros representantes (por lo general son nuestros papás) podemos denunciarlo por medio de los sistemas que existen para ello, tales como los sistemas internacionales de denuncia de las Naciones Unidas o por medio de tribunales y cortes nacionales. Esto forma parte de nuestro derecho a ser escuchados. Pero no sólo nosotros podemos exigir que nuestros derechos sean respetados, existe un grupo de personas cuya función es vigilar el cumplimiento que los gobiernos dan a la Convención. Dichas personas trabajan para la Organización de las Naciones Unidas e integran un comité que se llama “Comité de los Derechos del Niño”. Su tarea es la siguiente: Cada 5 años, los Estados tienen la responsabilidad de entregar, al Comité de los Derechos del Niño, un informe que refleja los progresos que han llevado a cabo con el fin de mejorar la vida de los niños en sus países. Tienen que explicar las acciones desarrolladas y la manera con la que han sido desarrolladas. El objetivo es corroborar si los Estados respetan y aplican la Convención sobre los Derechos del Niño.
Luego, los informes son examinados por expertos del Comité que van a evaluar y hacer recomendaciones a los gobiernos sobre los puntos que hay que mejorar para que los derechos del niño sean totalmente respetados.
Para tener una idea más concreta sobre la situación de los derechos del niño y formular recomendaciones adaptadas, los expertos reciben la ayuda de personas y organizaciones de la sociedad civil. Éstas escriben un “informe alternativo”, es decir distinto del de los gobiernos, en el que proporcionan informaciones complementarias. Su informe es muy importante, ya que da un punto de vista distinto al del gobierno y permite saber si los derechos de los niños son respetados de verdad y dónde están los problemas.