VIOLENCIA: La violencia sexual contra los niños es el tercer negocio ilícito más lucrativo del planeta

[14 de febrero de 2008] - ¿Cuantos niños en América Latina son víctimas de la explotación sexual? No existen cifras que reflejen con precisión la realidad de los niños, niñas y adolescentes vinculados a la pornografía, la explotación sexual comercial, el turismo sexual, la trata con fines de explotación sexual, los matrimonios tempranos e incluso la utilización con fines sexuales por los grupos armados ilegales, caras con las que se presenta la explotación sexual comercial de niños y niñas en la región.

Cifras manejadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS) estiman que a nivel global cerca de 150 millones de niñas y 73 millones de niños han padecido alguna forma de violencia sexual, y se calcula que anualmente un millón de niñas y niños son inducidos al mercado sexual: pornografía infantil, explotación sexual y otras actividades similares que constituyen violencia contra ellos, revela el “Estudio sobre violencia contra la niñez†presentado por el investigador Paulo Pinheiro a Naciones Unidas a finales de 2006.

Comprueba el estudio además que los países no poseen estadísticas consolidadas acerca de la violencia contra la niñez y la adolescencia. Se carece de información básica, oportuna y debidamente desagregada según sexo, edad, grupo étnico, ubicación geográfica, discapacidad. Parte de la dificultad de obtener una cifra se deriva de las características que le son propias: clandestinidad, ilegalidad y subregistro.

Pero la ausencia de cifras concretas no implica la ausencia del problema. "A donde se va a investigar, empiezan a aparecer casos", explica Carlos Iván García, quien ha liderado numerosas investigaciones como coordinador de prevención del abuso sexual y la explotación sexual infantil de la organización Save The Children-Reino Unido.

"Lo que sucede es que no hay suficientes datos o tenemos unas modalidades más difíciles de visualizar, como son la utilización de niños para la prostitución en medios virtuales o contactados por celular", expresó Luz Stella Cárdenas, directora de Renacer, organización colombiana que atiende a niños y niñas en situación de explotación sexual.

Además, tanto la explotación sexual comercial infantil como el abuso sexual son realidades subterráneas de las que poco hablan los medios de comunicación. Esta conclusión se desprende del estudio de la Red ANDI América Latina en 10 países, el cual, durante el año 2005, analizó 121 periódicos de la región, en los cuales encontró 237 mil noticias referidas a niñez y adolescencia. De éstas, sólo el 3,9% (8.482) correspondió a la temática. Si se mira diferenciado por cada país, la invisibilidad es aún mayor, si se tiene en cuenta que más de la mitad (5.041) fueron publicadas en Brasil.

Uno de los estudios más recientes, realizado por la fundación Restrepo Barco en Colombia (2006), señala que en zonas y locaciones donde ocurre la explotación sexual comercial infantil el 80,1% de las víctimas eran niñas y el 19,9% niños, reflejando una clara feminización del problema. Una tendencia que, como refleja el informe de Sergio Pinheiro para la ONU, se mantiene en la región de América Latina.

Principales causas de la violencia sexual

El mayor número de víctimas se concentra en las poblaciones más pobres. "Es un hecho que existen condiciones críticas, como el hacinamiento y la falta de intimidad familiar. Sin embargo, no necesariamente son una causa para que se dé la explotación. De otra forma no se explicaría que muchos menores de edad en alta vulnerabilidad no están siendo explotados y, por otro lado, se han encontrado víctimas de clase media y alta", explicó Carlos Iván García.

El desplazamiento y las migraciones forzadas, como consecuencia de conflictos armados, violencia o desastres naturales, entre otros fenómenos, son factores que generan condiciones extremas para familias enteras, incluyendo sus niños y niñas, quienes se enfrentan a sobrevivir en escenarios marginados urbanística y socialmente. Esto representa grandes riesgos para que los niños o niñas migrantes no acompañados sean víctimas de explotación sexual comercial.

La marginalidad y el asentamiento en espacios suburbanos, en estratos socioeconómicos bajos con la tendencia a la informalidad, conjugado con el permanente accionar de explotadores, intermediarios y proxenetas buscando niños y niñas, hace que sean unas víctimas más fáciles a este tipo de violencia.

El estudio encontró también cómo la explotación sexual aparece asociada a la alimentación. Así, en las plazas de mercado algunas madres y sus hijas acuden a recoger los desperdicios, situación que aprovechan los transportadores y comerciantes del sector, conocedores de la urgencia de las niñas, para establecer una cruel ley de intercambio donde ellos exigen acceder a manoseos o relaciones sexuales. De igual manera, las ventas ambulantes también son propicias para que los abusadores se ofrezcan a comprar toda la mercancía a cambio de relaciones sexuales.

Un factor adicional es la iniciación sexual abusiva. García explicó que "se han identificado unas líneas de continuidad entre el abuso sexual y la explotación sexual. No quiere decir que todas las niñas o niños abusados sexualmente posteriormente son víctimas de explotación sexual. Pero sí se ha identificado que los niños o niñas explotados generalmente iniciaron su vida sexual de manera abusiva".

La violencia intrafamiliar también es un factor precipitante. El “Estudio sobre violencia contra la niñez†de Pinheiro señala que un trabajo realizado en 21 países, en su mayoría desarrollados, encontró que entre el 7 y el 36% de las mujeres y entre el 3 y el 29% de los hombres reportan haber sufrido algún tipo de agresión sexual durante su niñez, y la mayoría lo sitúa dentro del ámbito familiar.

Por su parte, el mismo informe señala que para América Latina la Organización Panamericana de la Salud (OPS) calcula que el 36% de las niñas y 29% de los niños han sufrido de abuso sexual; indica que hasta una tercera parte de las adolescentes han sufrido una iniciación sexual violenta.

En más de la mitad de las ciudades-objeto de estudio se encontró que los niños y las niñas atribuyen su vinculación a la explotación sexual a la presencia de un amigo o conocido que hace de intermediario. Es conocido que las redes se valen de amigos o compañeros de colegio para atraer nuevas víctimas, sin mencionar los casos en que las mismas madres ofrecen a sus hijas.

Otros activadores son: permanecer en frecuente contacto con zonas de prostitución, la vinculación de algún familiar a la prostitución, la insistencia del novio a que se vincule y las ofertas engañosas de trabajo.

El dinero, lo de menos

"El problema de la explotación sexual va mucho más allá de lo económico, porque se están aprovechando la vulneración de los derechos, las situaciones de abandono, de violencia de estos niños y niñas. Es más un aprovechamiento de los niños y sus condiciones", explicó Luz Stella Cárdenas, directora de Renacer.

Como puede ser evidente, los niños y niñas involucrados en la explotación sexual se ven expuestos al consumo de alcohol y sustancias psicoactivas, a embarazos no deseados, a enfermedades de transmisión sexual, así como a la desescolarización paulatina, cuando están en el colegio.

Prevención social

"La explotación sexual comercial es un modo muy grave de vulnerar los derechos humanos de la niñez y la adolescencia. Atenta contra su integridad, su dignidad, su desarrollo, afectándose severamente múltiples derechos, como por ejemplo su derecho a la protección contra todas las formas de violencia, su derecho a la salud y a la educación, su derecho a vivir con una familia y su derecho a la justicia y, a veces incluso, su derecho a la vida. A la vez que es un acto delictivo, es una forma de explotación económica asimilable a los trabajos forzados y a la esclavitud", revela Pinheiro en su “Estudio sobre violencia contra la niñezâ€.

Frente a esto el tejido social se manifiesta débil, pues la comunidad muchas veces se da cuenta de lo que sucede y no reacciona para evitarlo, prevenirlo o denunciarlo ante las autoridades.

 

Fuentes recomendadas

Victorina Espínola de Ruiz Díaz – ministra de la Niñez y la Adolescencia.
Teléfono: (595 21) 207 160/2.

Heve Otero - secretaria general de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (CDIA).
Teléfonos: (595 21) 227 061 / 202 819.
E-mail: cdia@cdia.org.py.

Raquel Fernández – coordinadora del Grupo Luna Nueva.
Teléfono: (595 21) 444 105.
E-mail: coordinacion@grupolunanueva.com.py.

Bernardo Puente – Oficina Internacional del Trabajo (OIT).
Teléfono: (595 21) 612 770.
E-mail: bernardo@oitipec.org.py.

Carlos Iván García - investigador social, coordinador de Prevención del Abuso Sexual y la Explotación Sexual Infantil de Save The Children-Reino Unido.
Teléfono: 571 627 1064 311 854 2974.
E-mail:okivangaciaok@gmail.com.

Documentos online

Ministerio de Relaciones Exteriores de Paraguay, OIM y Grupo Luna Nueva (2005). “La trata de personas en el Paraguayâ€. Disponible en: Haga click aquí (link)

OIT/IPEC (2007). “La demanda de la explotación sexual comercial de adolescentes: estudio cualitativo en Sudamérica (Chile, Colombia, Paraguay y Perú)â€. Disponible en Haga click aquí (link)

Sprandel, Marcia Anita (2005). “Situação das crianças e dos adolescentes na tríplice fronteira entre Argentina, Brasil e Paraguai: desafios e recomendaçõesâ€. Disponible en: Haga click aquí (link)

Redacción: Agencia Pandi (Colombia)
Edición: Red ANDI América Latina - Agencia Global de Noticias

 

pdf: http://www.redandi.org/verPublicacao.php5?id=5789

Please note that these reports are hosted by CRIN as a resource for Child Rights campaigners, researchers and other interested parties. Unless otherwise stated, they are not the work of CRIN and their inclusion in our database does not necessarily signify endorsement or agreement with their content by CRIN.