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El Estado de Paraguay pidió ayer disculpas por el asesinato del soldado Gerardo Vargas Areco en un acto público en la comunidad de Bella Vista Norte donde habita su familia. El ministro de Defensa, Gral. (r) Luis Bareiro Spaini; los comandantes del Ejército, Armada y Aviación, y el director de Derechos Humanos de la Cancillería, entre otros funcionarios, se trasladaron al municipio fronterizo con Brasil, a unos 570 km de Asunción, para reconocer públicamente su responsabilidad y solicitar perdón a la familia del niño soldado asesinado el 30 de diciembre de 1989, de acuerdo a lo ordenado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos en septiembre de 2006. Gerardo Vargas Areco tenía 15 años de edad cuando fue reclutado ilegalmente para cumplir el servicio militar obligatorio en las fuerzas armadas de Paraguay y fue asesinado por un disparo por la espalda efectuado por un suboficial que estaba a su cargo. Además su cuerpo tenía signos de haber sido sometido a torturas. A raíz de este caso y de otros que afectaron a niños soldados en el Paraguay, el Estado debió adaptar su legislación interna y depositar una declaración al Protocolo facultativo de la Convención sobre los Derechos del Niño, prohibiendo el ingreso de menores de 18 a las filas de las fuerzas armadas. A pesar de que el Estado ha cumplido con varios puntos de la sentencia aún está pendiente que lleve a cabo “todas las acciones necesarias para identificar, juzgar y sancionar a todos los responsables de las violaciones cometidas en el presente caso” según lo ordenado por la Corte. La denuncia internacional contra el Estado paraguayo ante la Comisión y la Corte Interamericanas de Derechos Humanos fue presentada por el Centro por la Justicia y el Derecho Internacional (CEJIL) y el Servicio de Paz y Justicia (SERPAJ) de Paraguay. Información adicional