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[WASHINGTON, D.C., 24 de septiembre de 2010] – La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) manifiesta su profunda preocupación por los hechos relacionados con el hallazgo de una red de pornografía infantil que operaba en la Penitenciaría Nacional de Tacumbú, en Paraguay. La CIDH hace un llamado urgente al Estado paraguayo para que adopte las medidas necesarias para investigar debidamente estos hechos y para evitar su repetición. Según la información recibida, un grupo de presos de la Penitenciaría Nacional de Tacumbú –la más grande del país– introducían menores de edad a la prisión y las obligaban a realizar actos sexuales que eran filmados y fotografiados en una de las celdas. El Ministerio Público incautó el material pornográfico. De acuerdo con la Fiscalía paraguaya, los internos contactaban a las menores vía Internet y, mediante amenazas, conseguían que se apersonaran al establecimiento penitenciario. La CIDH censura enérgicamente estos hechos y se solidariza con las víctimas y sus familiares. La CIDH reitera que el Estado es el responsable directo de los centros penitenciarios, y por lo tanto tiene el deber fundamental de ejercer un control efectivo sobre los mismos. En ese sentido, tiene el deber de prevenir, investigar y sancionar los delitos que se cometan, tanto en las cárceles, como desde las cárceles. Particularmente en situaciones como la presente, en la que las afectadas son niñas, respecto de las cuales el Estado tiene deberes especiales de protección, que incluyen la obligación específica de protegerlas contra todas las formas de explotación y abusos sexuales. Lo anterior no es incompatible con las obligaciones del Estado de respetar y garantizar los derechos de las personas privadas de libertad, inherentes a su posición de garante. La CIDH es un órgano principal y autónomo de la Organización de los Estados Americanos (OEA), cuyo mandato surge de la Carta de la OEA y de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. La Comisión Interamericana tiene el mandato de promover la observancia de los derechos humanos en la región y actúa como órgano consultivo de la OEA en la materia. La CIDH está integrada por siete miembros independientes que son elegidos por la Asamblea General de la OEA a título personal, y no representan sus países de origen o residencia.