LAS ELECCIONES DEL COMITÉ DE LOS DERECHOS DEL NIÑO: Sara de Jesus Oviedo Fierro (Ecuador)

Summary: CRIN está contactando a todos los candidatos a las próximas elecciones en diciembre de 2012 del Comité de los Derechos del Niño. En las entrevistas les preguntamos sobre sus experiencias en el campo de los derechos del niño, qué creen que pueden contribuir al Comité, cuál es su opinión sobre temas claves, cuál es su visión para el Comité y, en particular, cómo ven el rol de las ONG. Las entrevistas han sido editadas donde haya sido necesario por cuestiones de claridad y brevedad.

 

Sara de Jesus Oviedo Fierro es Representante Titular del Ecuador ante el Instituto Interamericano del Niño, Niña y Adolescente, y hasta octubre de 2012 fue Secretaria Ejecutiva del Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia. 

Para leer el currículo completo de Sara, haz clic aquí.

 

1. ¿Por qué desea ser miembro del Comité de los Derechos del Niño?

Porque reconozco la importancia de ese espacio. En primer lugar porque creo que es un espacio que puede brindarnos condiciones para poder hacer propuestas y avances concretos en relación con los niños, niñas y adolescentes. Ha sido un espacio que ha mostrado ser muy eficaz en este sentido, [y] en la instancia de la defensa de los niños a nivel mundial. El segundo argumento tiene que ver más bien con una cuestión más personal. He pasado siete años de delegada de mi país en el Instituto Interamericano [del Niño, Niña y Adolescente], y [durante este tiempo] pude valorar...la importancia que tienen espacios colectivos, donde podemos, entre distintos países, generar mediadas que van a beneficiar [y] garantizar los derechos de los niños. Y [en tercer lugar], considero que he pasado buena parte de mi vida trabajando en función de los derechos de las personas – a partir de los 13 años – [y] desde muy temprano tuve que entender que se está o no se está con los derechos humanos. [Esto es por qué ahora] me encuentro buscando un sitio en el Comité Internacional de los Derechos del Niño.

 

2. ¿Qué experiencia tiene de trabajar en el campo de los derechos de los niños, niñas y adolescentes?

Trabajé muchos años en la defensa de los derechos humanos de los indígenas. También me enlisté en las luchas de las mujeres feministas. Y hace 33 años comencé a trabajar por los derechos de los niños, [23 de los cuales] trabajé por los derechos de los niños menores de cinco años en lo que se ha dado en llamar como política pública en desarrollo infantil. Coordiné la elaboración del segundo Plan Nacional Decenal de Protección Integral a la Niñez y Adolescencia, que el [Ecuador] tiene como compromiso justamente por la Convención sobre los Derechos del Niño, y que está vigente desde el 2005 al 2015. [Ahora] en octubre se acaba mi gestión en el Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia [donde] he sido la Secretaria Ejecutiva durante ocho años, [y donde] llegué por concurso de merecimiento de posición, que es importante decirlo porque no fue un arreglo político. Al frente del Consejo, yo creo que [ésta] ha sido la experiencia más a fondo que he tenido...como militante de esta causa de los niños, teniendo como norte la Convención sobre los Derechos del Niño.

 

3. ¿Según su opinión, cuáles son las barreras principales que afectan la garantía de los derechos de los niños? 

Para mi, la barrera fundamental es la cultural,...en el sentido de lo que creemos los adultos y la sociedad qué son los niños. Es como por obra y gracia del Espíritu Santo se decidió [que] a los 18 años tenemos ya todas las capacidades instaladas. [Es cómo una] suerte de esquizofrenia – por no decirlo de otra forma – que tenemos los adultos. Lo que ocurrió antes de los 18 años no importaba a la sociedad, no importaba a los adultos, y en general no importaba a las autoridades. Esta disociación tan lamentable que hay en la sociedad hace que sean [los niños] invisibles hasta los 18 años. Yo [cada vez] que hablo de esto a nivel nacional siempre [digo que] cuando eramos niños y adolescentes eramos del grupo de las familias que nos decían “Tú calla. Tú no sabes. Tú anda. Aquí estamos los mayores. No molestes.”

Desde esa invisibilización, desde ese sometimiento, desde esa realidad cultural tan marcada de la que estoy hablando – que llega a extremos – [los adultos] se sienten con la autoridad de hacer [lo que les da] la gana en relación con un niño, con una niña o con un adolescente. Entonces a lo largo y ancho de [mi] país, en mi trabajo que he desarrollado, hemos ido debatiendo este tipo de cosas, y es impresionante cómo está tan enraizad[a] [esta mentalidad]. Yo sí creo que este es un cambio súper importante, súper revolucionario, y...que si logramos hacerlo la humanidad, salimos ganando todos.

 

4. ¿Qué partes de la Convención sobre los Derechos del Niño piensa que necesitan clarificación? ¿Y cómo piensa que éstas partes podrían identificarse de manera sistemática?

Yo he escrito una suerte de plan de trabajo [que] es más o menos lo que usted me esta diciendo. [En él] no...me he querido referir a la Convención y decir “en esta parte, y en esta parte, y en esta otra”, [porque] asumo que la Convención en sí misma es un producto histórico, en el sentido de que nació en una determinada circunstancia, y en un determinado momento. Lo que ocurrió después de ahí para acá, y lo que ocurre generalmente en la sociedad y en la humanidad, es que van ocurriendo nuevos fenómenos, nuevas situaciones, nuevas formas de violación a los derechos de los niños. Entonces más que yo hacer una lectura de ese tipo que usted me esta pidiendo de la Convención, sí lo que estoy haciendo es un lectura un poco de la realidad,...como decir, ubicándome. Los que elaboraron la Convención cumplieron su tarea, [y] siempre hay [la] posibilidad [de] decir “A ver, aquí en este momento que me toca actuar, lo que necesitamos es dar estos pasos, poner estas soluciones”.

En relación con qué temas me parecería que hay que poner énfasis, digo una cosa muy simple: en relación con los temas que han crecido en este momento en el mundo, y [las] dinámicas que nos enlazan a los países. El tema de la niñez de las niñas – de las niñas – necesita ser muchísimo más profundizado y posicionado. Sé que ahora Plan Internacional está justamente lanzando una campaña en relación con las niñas. El fenómeno de la trata, por ejemplo, ha crecido tanto, y las principales víctimas de la trata son niñas. Ya no podemos decir aquí en este país que ya no mandan a estudiar a las niñas. Porque antes era así. Cuando yo era niña eso pasaba. Ahora ya no hay eso. Pero hay otras cosas [por las que] necesitamos poner esa prioridad en las niñas. Entonces la trata y sus múltiples formas de la trata de personas, y el uso de las redes sociales también con esos fines. No me estoy poniendo en contra de las redes sociales,...pero sí creo que se necesita ir analizando este tipo de situaciones.

 

5. Las organizaciones de la sociedad civil juegan un papel importante en el proceso de monitoreo del Comité, sin embargo a nivel global, los Estados están volviéndose más hostiles hacia su participación. ¿De qué manera piensa que esto podría afectar el trabajo del Comité?

[En una reciente visita] a Ginebra, me pude dar cuenta de la importancia y sobre todo de cómo le sostiene al trabajo del Comité las organizaciones de la sociedad civil, o de cooperación, como las llamamos aquí. A mi me parece súper importante esa presencia, y reconozco que, por los miembros mismos del Comité, sin esa presencia vería muy limitado su trabajo. Y desde esa reflexión, me entenderá que [en] mi cargo, que es un cargo público, [tenía un pie] en el sector público y el otro pie en la sociedad civil. [Sin embargo] reconozco que en general dentro el gobierno hay fuertes limitaciones en relación con la sociedad civil. Lo que sí pasa - y este es el problema que nosotros tenemos - es que en países como el nuestro los aportes que se hacen a través de la sociedad civil, y por lo tanto su presencia acá, es cada vez menor, porque se dice [que] no es tan necesario estar ya ahí. Pero yo le [sigo dando] esa importancia y me parece importantísima para el Comité.

 

6. Ahora con el establecimiento del nuevo Protocolo Facultativo de la Convención relativo a un mecanismo de denuncias, el Comité tendrá que examinar denuncias. ¿De qué manera piensa que esto podrá cambiar el cabildeo de los derechos de los niños?

Una de las áreas más importantes de la institución que yo he manejado [el Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia], es justamente el recibir denuncias – denuncias de los propios niños, denuncias de instituciones y de padres de familia. En ese sentido yo pienso que [el Protocolo Facultativo] va a mantener al Comité bastante enlazado con la realidad, y eso es súper importante. La dinámica del Comité va a estar más coherente con la realidad actual, [y podrá] seguirse planteando nuevos temas, más de que está [haciendo] actualmente.

Pero [esto] requiere de otras habilidades [y] capacidades institucionales dentro del Comité. Me imagino que ya lo estarán preparando. Eso va a estar todo el tiempo generándose, y se necesita una permanencia que, como le digo, plantea otras dinámicas institucionales del Comité. Pero cara a incluir este elemento de denuncias, definitivamente es súper potente, [y] va a ser muy importante, y creame que le va a dar un nuevo giro al Comité. Un nuevo giro que lo va a poner, insisto, más en la actualidad, y más vigente para todos a nivel mundial.

 

7. El Comité de los Derechos del Niño es el único órgano de tratado de la ONU que no tiene un sistema para dar seguimiento a sus Observaciones Finales y recomendaciones. ¿Si usted desarrollara este procedimiento, cómo sería?  

Apoyándo en los mecanismos regionales, [y] las redes de ONG. Habrá que pensar en los procesos,...pero asentándome en las regiones. Lo que yo siento estando aquí en el Ecuador siendo parte del Instituto Interamericano [del Niño, Niña y Adolescente], es esa lejanía con el Comité. Para mi la única posibilidad de dar seguimiento es aliarme con redes e instancias regionales, y con ellos armar instancias muy pequeñas y ágiles que puedan hacer este proceso de seguimiento.

 

8. Si usted fuera nombrada presidenta del Comité, y tuviera que cambiar algo de cómo trabaja el Comité, ¿qué sería?

[Serían] tres cosas. La [primera]: el tema de cambiar las modalidades de envío de informes por parte de los países. Yo pediría a los países que me manden las 800 páginas [del informe completo], pero que me manden 20 hojas de un resumen ejecutivo súper preciso, súper a fondo. Y si del resumen ejecutivo me queda oscuro algo, cojo el informe de 800 hojas y lo reviso. Yo he vivido del otro lado el asunto, [y] nos sirven mucho políticamente las observaciones [finales]. Una ONG me preguntó en Ginebra lo que haría yo para superar este problema de los 30 años de retraso en los informes, [y] yo le dije [que] pediría este informe ejecutivo de los países, y me basaría en eso, y mandaría rápidamente los informes [pidiendo] a las ONG que me ayuden conformando equipos especiales para analizar estos informes ejecutivos. Haría una “minga”, como se dice en el Ecuador, [que significa] un trabajo colectivo donde metemos manos todos para [solucionar] algún problema, y trataría de sacar el asunto. 

El segundo ámbito de la respuesta es...el modelo de gestión del Comité, o sea, cómo...se organiza, [y la necesidad de] aliar [el Comité] con las instituciones regionales y con las redes de ONG para crear estas instancias de seguimiento y de mayor acercamiento de la Convención a cada uno de los territorios. Me plantee la necesidad de enlazarse más claramente el Comité con instancias como el Instituto Interamericano [del Niño, Niña y Adolescente], no sólo para lograr que el Instituto que esta aquí en la región pueda ayudarle [al Comité] un poquito más en el seguimiento, sino también para que el propio Instituto se meta más en la dinámica de la Convención. Durante [los últimos] cinco años hemos acercado bastante el Instituto a los planteamientos de la Convención. No es que no estaban; pero estaban bastante de lado. 

Revisaría también cómo son las sesiones. Buscaría formas de bicameralidad. O sea, de que haya dos grupos, que pueda uno atender a un grupo de países y [otro a] otro grupo. O haría hasta más grupos, porque la base es la confianza porque somos todos miembros, todos tenemos condiciones de dar nuestros criterios. 

En general, revisar[ía] los mecanismos, tomar[ía] decisiones colectivas buscando una mayor agilidad, y sobre todo una mayor vigencia de todo lo que el Comité tiene que hacer.

 

9. Si usted pudiera proponer un nuevo derecho para la Convención, ¿cuál sería? 

En eso no había pensado, pero se me ocurre así de sopetón el derecho a la alegría, porque...yo creo que una condición de la niñez es ser alegre. El lloro y el pataleo es un instante, pero en general en seguida surge esta alegría, esta cosa tan bonita de vivir, simplemente.

 

10. ¿Qué figura la ha inspirado más en su trabajo y por qué?

Monseñor Leonidas Proaño, Obispo de los Indios. El motivo: el proceso de liberacion de la dura situacion en la que vivian los moradores ancestrales de mi provincia. Fue mi maestro. Y tuve la suerte de tener [este] maestro al inicio de la vida, y eso fue clave. Hasta ahora repito sus palabras en distintos tipos de ámbitos porque pasé tanto con él, y lo pongo en práctica, sobre todo sus pensamientos, su integridad, [y] su forma de conducir la vida. 

 

11. El Consejo Nacional de la Niñez y Adolescencia realizó una encuesta a 95 juzgados de la niñez y adolescencia en el Ecuador, que expuso que no se toma en cuenta el testimonio de los niños de manera sistemática. Según sus investigaciones y su opinión, ¿a qué se debe esta situación?  

Los ámbitos...que son [los] más cerrados a los niños son...los ámbitos de lo público, de los ministerios, y [es] más cerrado todavía el ámbito de la justicia.

Ellos [los jueces de la niñez y adolescencia], que trabajan para la niñez, no logran ver a los niños, no les logran valorar. Entonces de ¿qué estamos hablando? Definitivamente es del peso de lo cultural que yo le decía, que tiene unas raíces súper profundas. Justamente por eso es por que brillan tanto los jueces de la niñez que logran ser diferentes. Pero son siempre contados con los dedos de las manos los fiscales de [niños y adolescentes] infractores que logran realmente entender el asunto. Y como digo, es [esa] indolencia que existe en el tema de la justicia en general, frente a todo lo que tienen que tratar, [es] la indolencia a los niños. 

 

 

 

Please note that these reports are hosted by CRIN as a resource for Child Rights campaigners, researchers and other interested parties. Unless otherwise stated, they are not the work of CRIN and their inclusion in our database does not necessarily signify endorsement or agreement with their content by CRIN.