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[7 de marzo de 2008] - La política de asilo del Gobierno británico ha sido duramente criticada en los últimos días tras desvelarse dos casos en los que se ha negado el asilo a dos iraníes por ser homosexuales. Tras conocerse el rechazo de asilo a una lesbiana y un hombre homosexual, más de sesenta parlamentarios de Westminster firmaron una carta enviada a Downing Street en la que pedían que se les concediese el asilo, ya que ambos hacen frente a penas de muerte en su país. Mehdi Kazemi, un joven de 19 años, vio negada su petición de asilo en el Reino Unido, adonde llegó en el 2004, por lo que huyó a Holanda. Su caso está siendo en estos momentos estudiado por la Justicia de aquel país, que decidirá a finales de este mes si se queda o tiene que regresar al Reino Unido donde será devuelto a su país. «Kazemi huyó de Irán después de que su novio fuera ejecutado, ahorcado, por homosexual y él seguirá la misma suerte», apuntan los grupos homosexuales británicos. Kazemi se enteró de la trágica suerte de su novio cuando estudiaba en Inglaterra. Morir apedreada Según la Ley Islámica, si una mujer es hallada culpable de mantener relaciones lésbicas sin antecedentes recibirá cien latigazos, pero en una tercera ofensa la pena será de muerte. Emambakhsh estuvo a punto de ser deportada a Irán el pasado mes de agosto y solo la intervención del parlamentario Richard Caborn persuadió al Gobierno para que detuviera la tramitación. La mujer ya se encontraba camino del aeropuerto de Heathrow cuando recibió el anuncio de que podía continuar en el Reino Unido mientras se iniciaban cauces de apelación. Sin embargo, en febrero, el Tribunal de Apelación rechazó el recurso. Los grupos pro derechos de gaIs y lesbianas indican que existen docenas de casos como los de Kazemi y Emambakhsh, homosexuales iraníes que se encuentran en el Reino Unido con órdenes de deportación y que hacen frente en su país a graves castigos o a la muerte. Omar Kuddus, del grupo Gay Asylum UK, exigía al Gobierno británico que adoptara las mismas medidas que los de Holanda y Alemania, que han impuesto una moratoria a todas las deportaciones de homosexuales iraníes. «¿Cuántos iraníes tienen que morir para que el Gobierno británico actúe?», se preguntaba Kuddus. En respuesta, un portavoz del Ministerio del Interior indicaba que «si los iraníes homosexuales son discretos en sus relaciones no tienen que temer que sean perseguidos».
El caso de Pegah Emambakhsh es semejante al de su compatriota. Esta mujer de 40 años llegó al Reino Unido en el 2005 huyendo de Irán, donde su novia había sido detenida y encarcelada. Desde entonces, la mujer espera a que se le aplique la condena de morir apedreada. «No regresaré nunca, si lo hago me matarán», indicaba Emambakhsh.