Francia: Expulsar niños para salvar identidad nacional

Educadores, religiosos y autoridades municipales de Francia se disponen a desafiar el decreto que ordena la expulsión, antes del 30 de junio, de 30.000 niños, niñas y jóvenes hijos de inmigrantes ilegales.

Mariama, de cinco años, vive y estudia en Francia, pero para esa fecha podría estar regresando a Senegal, su país de origen. Todos los hijos de inmigrantes indocumentados deberán estar fuera de Francia entonces, en cumplimiento de la norma emitida en octubre pasado.

Mariama, hija de una pareja senegalesa, vive en Suresnes, 20 kilómetros al norte de París. Es una entre miles de menores de edad a los cuales la policía francesa deberá "escoltar hasta las fronteras" --es decir, expulsar del país-- por orden del gobierno.

Pero autoridades escolares, eclesiásticas, municipales y ciudadanos comunes se aprestan a mostrar su resistencia a la expulsión. Educación Sin Fronteras, una red de maestros y trabajadores de la enseñanza pública, lanzó una campaña para proteger a los niños inmigrantes.

Esta red, que reúne a unas 130 asociaciones de maestros y padres, difundió una declaración titulada "Les daremos refugio y los alimentaremos", en la que urgen a los ciudadanos franceses a oponerse a la política de expulsión.

"No permitiremos que las autoridades estatales cometan esta infamia contra los niños en nuestro nombre", dijo a IPS Hélène Dugros, maestra de escuela en el pueblo de Blagnac, 800 kilómetros al sur de París.

Siete de los 15 alumnos de su clase pertenecen a familias de inmigrantes. "Protegeré a tantos como pueda", aseguró.

El llamado cuenta con un amplio apoyo, aunque la el decreto de octubre de 2005 dispone hasta cinco años de prisión y una multa de hasta 30.000 euros (37.000 dólares) para cualquiera que ayude a los niños inmigrantes.

"Asumo el riesgo de infringir esta ley", declaró Pierre Labeyrie, diputado local por el Partido Verde en la meridional ciudad de Toulouse. "Apoyaré a los niños inmigrantes y a sus padres, les daré refugio en mi hogar y me negaré a toda cooperación con la policía."

El maestro Bruno Leroy dijo que los demócratas franceses no tendrán más opción que violar la ley.

"No permitiremos que las autoridades destruyan la vida de estos niños. Ellos son nuestros estudiantes, los amigos de nuestros hijos", expresó Leroy a IPS. "Ellos hablan nuestro idioma, aprenden en nuestras escuelas, tienen las mismas alegrías que nosotros y que nuestros hijos."

Leroy rechazó el argumento de que se debería respetar el decreto porque fue promulgado por un gobierno democráticamente electo.

"Si las personas siempre hubieran respetado leyes equivocadas formuladas por gobiernos democráticos, los negros de Estados Unidos todavía estarían padeciendo un racismo oficialmente aprobado", ejemplificó.

Leroy citó el caso de la fallecida activista negra Rosa Parks, quien el 1 de diciembre de 1955 se negó a obedecer las normas que la obligaban a dar su asiento en un autobús a un pasajero blanco. Así comenzó la lucha por los derechos civiles en Estados Unidos.

En Francia, varias celebridades hicieron suya esta lucha. Entre ellos, el cineasta Bertrand Tavernier, el músico pop Mano Solo, el dibujante Jacques Tardy y el pedagogo Philippe Mérieu.

Algunas autoridades municipales se niegan a cooperar con la policía. El subalcalde de París y máximo funcionario a cargo de las escuelas de la capital, Eric Ferrand, aseguró que el gobierno municipal no brindará a la policía "ninguna ayuda para identificar" a los hijos de inmigrantes ilegales.

Ferrand también urgió a "todos los actores de la vida escolar en París a negarse a cooperar" con la policía.

La persecución de niños inmigrantes se está volviendo embarazosa para la policía.

El mes pasado, un escuadrón de policía llegó temprano en la mañana a un hotel en Lyon, 600 kilómetros al sur de París, donde se refugiaba un grupo de niños inmigrantes. Entre los pequeños a ser expulsados estaba Azérie, de siete años, hija de padres armenios, y sus dos hermanos mayores.

Cuando la policía llegó, Azérie simplemente se escondió debajo de la cama. La policía eligió no arrastrarla fuera de allí, y se fueron diciendo que en ese caso tendrían que arrestar también a la madre también.

Gobiernos franceses de todos los colores expulsaron a decenas de miles inmigrantes indocumentados en los últimos 15 años. En 2004 fueron 16.000. La cantidad aumentó a casi 20.000 en 2005 y se espera que ascienda a 30.000 este año.

La expulsión de niños forma parte de una política introducida por el ministro del Interior Nicolas Sarkozy, quien en 2007 se postulará a presidente.

Sarkozy presentó este año presentó otro proyecto de ley que endurece las condiciones de permanencia para los extranjeros que deseen establecerse en Francia.

La ley, que fue aprobada por el parlamento el 17 de mayo, estrecha los controles a los matrimonios integrados por franceses y extranjeros y a las visita de familiares a inmigrantes en Francia. También establece nuevos criterios para seleccionar inmigrantes.

Sarkozy, quien defendió la ley diciendo que Francia necesita "elegir" a los inmigrantes, es acusado de cortejar al electorado de derecha, que representó 15 por ciento del electorado en los últimos comicios.

Didier Fassin, presidente del comité de médicos franceses que protegen a los inmigrantes, describió la nueva ley como "la más restrictiva desde la Segunda Guerra Mundial", y agregó que "tendrá graves consecuencias sociales y humanitarias".

Fassin explicó a IPS que el parlamento francés aprobó cinco leyes sobre inmigración en menos de 20 años, a cual más severa que la otra. Estas "agravaron las condiciones de vida de los inmigrantes, conduciendo a una degradación de nuestro tejido social".

El legislador socialista Bernard Roman acusó a Sarkozy en el parlamento de intentar "seducir al electorado reaccionario".

"La inmigración es una fuente de ansiedad entre nuestros compatriotas, que temen por su seguridad, su empleo y su modo de vida", dijo Sarkozy a la Asamblea Nacional. Y agregó que la nueva ley aspiraba a dar forma a "la identidad de Francia en 30 años".

Tal como lo ve Sarkozy, Mariama no será parte de esa identidad. A menos que quienes la apoyan la salven de la expulsión.

[Fuente: Julio Godoy, IPS]

pdf: http://www.ipsnoticias.net/nota.asp?idnews=37565

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