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Jorge Cardona Lloréns, 53 años, de España, es Profesor de Derecho Internacional Público y Relaciones Internacionales en la Universidad de Valencia. Además diseña programas sobre los derechos humanos y los derechos de los niños para la ONG Fundación por la Justica. También participa en los mecanismos de garantía de la Convención Iberoamericana de Derechos de la Juventud. Previamente, fue miembro del 'Comité de Notables' – un grupo nombrado por la Corte Interamericana de Derechos Humanos para estudiar reforma legal del sistema interamericano de derechos humanos. Haz clic aquí para leer el currículo completo de Jorge. ¿Nos puede contar un poco sobre sus antecedentes en los derechos de los niños? Participo en la implementación de la Convención Iberoamericana de Derechos de la Juventud. La Convención establece derechos específicos para los jóvenes entre los 15 y 24 años de edad. La Convención, que entró en vigor en el año 2008, incluye muchos de los derechos expuestos en la Convención sobre los Derechos del niño, pero enfatiza además sus derechos sexuales y políticos. Actualmente soy consultor de derechos humanos para la Conferencia Iberoamericana de Ministros de Justicia, como tal estoy encargado de la redacción de textos sobre cómo mejorar el respeto por los derechos humanos. En octubre participaré en la aprobación de las recomendaciones que preparé sobre los derechos de los niños en el proceso penal. ¿Por qué quiere ser miembro del Comité? Después de años de lucha por los derechos del niño, es un honor al que nadie podría negarse. Es un gran privilegio y responsabilidad poder influir en el control y la aplicación de los derechos de los niños al más alto nivel. ¿Según su opinión, que puede aportar al trabajo del Comité? Yo creo que puedo aportar una perspectiva más amplia al trabajo del Comité porque he trabajado siempre con grupos vulnerables, sobre todo con las personas que tienen una doble o triple vulnerabilidad, he colaborado mucho con el Comité de los Derechos de las Personas con Discapacidades, por ejemplo. ¿Qué tema de los derechos del niño, en su opinión, necesita de un mayor enfoque? También, con mi experiencia en la Conferencia Iberoamericana de Ministros de Justicia, soy consciente de que hay un desconocimiento de cómo implementar los derechos de los niños. Yo creo que hay muchas situaciones en las cuales se necesita controlar el respeto por los derechos. ¿Cuál es el logro de su carrera profesional del cual está más orgulloso? Otro ejemplo es la capacitación que diseñé para prevenir la mutilación genital femenina y el hecho de que algunas niñas a lo mejor no hayan sido mutiladas por ese trabajo. ¿Cuál es su visión del Comité, o sea, como piensa usted que podría ser más eficaz en el desempeño de su trabajo? ¿Cuál, según su opinión, es el desafío más grande al que se enfrenta el Comité? ¿Cómo piensa Ud. que el Comité podría trabajar más efectivamente con las ONG? ¿Si usted no trabajara en los derechos del niño, en que trabajaría usted? ¿Puede resumir en una sola palabra lo que significa para Ud. los derechos del niño?
Actualmente enseño derecho internacional en la Universidad de Valencia, incluida la protección internacional de los derechos del niño, pero también participo en varios proyectos y programas de investigación y aplicación de los derechos del niño. Estoy involucrado por ejemplo en la dirección de una ONG llamada Fundación por la Justicia que capacita y conciencia a la gente en los derechos humanos y la justicia. Como Director de la Comisión de Programas, he ayudado en la creación de un programa para prevenir la mutilación genital femenina en Etiopía, capacitando a las niñas para que conozcan sus derechos, he diseñado también programas para los niños soldados en varios países, para niños huérfanos en la India y para niños albinos en Senegal.
La Convención se controla desde la Secretaría General de la Organización Iberoamericana de la Juventud. Yo soy una de las tres personas responsables del control de la Convención cuando los Estados empiezan a informar sobre sus obligaciones.
Para serte sincero ni me había pasado por la cabeza que me nombrarían para el puesto, pero en el mes de julio, alguien se puso en contacto conmigo pidiéndome permiso para proponerme.
En primer lugar, mi capacitación personal jurídica sirve mucho para interpretar los artículos de la Convención. Además, tengo bastante experiencia en poner en la práctica la teoría de los derechos humanos en el diseño de programas para implementar los derechos del niño.
Los retos son enormes. La situación económica está produciendo repercusiones en el estándar de vulnerabilidad de todos los niños, sobre todo en los países en desarrollo.
A mí me gusta pensar que es el trabajo diario de enseñar, capacitar y crear sistemas de monitoreo el que vale la pena, el que recompensa, más que un logro concreto. Por ejemplo, ayer recibí un e-mail de una antigua estudiante mía que trabaja para UNICEF en Mauritania sobre un programa de vacunación de niños. Me contó de su trabajo y me dijo que yo le había inspirado a trabajar en ese campo. Me alegró mucho pensar que haya podido influir en la formación de esa persona.
Yo creo que hay que asegurar un seguimiento de las observaciones finales. Si no, el Estado llega, presenta y los compromisos quedan allí en Ginebra.
El Comité enfrenta un desafío de eficacia. Tiene una sobrecarga de trabajo: tiene la función de conseguir la protección y promoción de los derechos de los niños, de controlar las acciones de cada uno de los Estados, y tiene un trabajo de orientar los derechos del niño. Además, pronto va a tener la responsabilidad de examinar comunicaciones individuales cuando entre en vigor el nuevo Protocolo Facultativo.
Las ONG son vitales para el trabajo del Comité porque proveen una perspectiva independiente de la del Estado en la presentación de informes, pero su rol no debería estar limitado a esta función. Hay que tener un diálogo continuo entre el Comité y las ONG entre las sesiones para conocer la realidad verdadera del país. Pero esto es algo que está dicho en muchos sitios, ¡no soy sólo yo quien dice eso!
Yo soy una persona privilegiada. Nunca me he sentido limitado en mi trabajo; siempre he sido libre de trabajar en el campo que me guste, por lo tanto, si no trabajara en los derechos de los niños, trabajaría para defender los derechos de algún otro grupo vulnerable.
Para los niños diría "dignidad", para mí, significa "responsabilidad", o más que eso, "compromiso".