El Día Internacional de información sobre el peligro de las minas: La posibilidad de un mundo sin minas

[Nueva York, Estados Unidos, 4 de abril de 2006] - Es posible que los niños y niñas del mundo dejen de estar amenazados por las minas terrestres y otros artefactos bélicos explosivos mucho antes de lo que se pensaba. Según el informe de Landmine Monitor de 2005, entre 15.000 y 20.000 personas, de las cuales por lo menos un 20% son niños y niñas, mueren o sufren lesiones todos los años debido a esos artefactos. Sin embargo, el número de personas afectadas ha ido disminuyendo durante la última década.

UNICEF cree que el problema se podría eliminar completamente en cuestión de años si se mantuvieran los niveles actuales de esfuerzo y compromiso. Hoy, cuando se celebra el primer Día Internacional de información sobre el peligro de las minas y de asistencia para las actividades relativas a las minas, los países que sufren los efectos de esos artefactos mortales tienen la oportunidad de recordarles a los donantes que aunque el problema aún no ha desaparecido, podría ser eliminado de mantener el actual nivel de apoyo.

"El mensaje principal del día es que la amenaza de las minas terrestres y otros restos explosivos de guerra y municiones sin estallar podrían eliminarse en cuestión de años, no de decenios", explica Paula Claycombe, Oficial Superior de Programas de UNICEF. "Hasta aquí las buenas noticias. Pero para lograr ese objetivo, necesitamos asistencia financiera y apoyo constante, tanto para los programas de eliminación de minas terrestres y de educación sobre los peligros que representan esos artefactos como para garantizar que todos los sobrevivientes reciban atención".

Las actividades correspondientes a este primer Día Internacional de información se llevan a cabo en 29 países afectados por las minas terrestres, mientras que, en Nueva York,  Danny Glover, Embajador de Buena Voluntad de UNICEF, participará en un debate sobre el tema con expertos de las Naciones Unidas y activistas en la lucha contra las minas y otros artefactos similares.

La información salva vidas infantiles

Al finalizar un conflicto armado, los combatientes suelen dejar detrás minas terrestres, munición abandonada y otras armas sin estallar, como granadas y bombas de racimo. Todas ellas constituyen una grave amenaza para la población civil, especialmente los niños y niñas que sienten la tentación de jugar con objetos desconocidos.

Debido a ello, una de las actividades fundamentales de UNICEF al respecto consiste en enseñar a los niños y niñas cómo vivir en medio de esa amenaza y cómo reducir el peligro de morir o quedar gravemente discapacitados como resultado de las minas terrestres.

En el Distrito de Batticloa, en Sri Lanka, Varatharaj Tiñes, de 14 años de edad, superó recientemente una grave amenaza en un episodio que ilustra la manera en que la educación sobre las minas terrestres puede salvar vidas. Varatharaj dejó inadvertidamente al descubierto el borde de una mina terrestre antipersonal que aparentemente había llegado flotando hasta el club infantil de su aldea durante la época de los monzones. Afortunadamente, Varatharaj había participado en un programa de educación sobre los peligros de las minas terrestres que financia y coordina UNICEF en colaboración con la organización no gubernamental Sarvodaya. Debido a ello, Varatharaj sabía que no debía tocar el artefacto ni dejarse llevar por el pánico sino pedir ayuda para que las minas terrestres fueran retiradas antes de que causaran daño.

"A pesar de que encontré esa mina terrestre, me siento seguro dentro del perímetro de mi aldea, porque el artefacto fue eliminado", explica Varatharaj. "Sin embargo, no sé qué es lo que hay afuera de la aldea".

Educación, promoción y ayuda

La Sra. Claycombe comenta con respecto a las labores relacionadas con las minas terrestres, que "UNICEF ofrece ayuda en tres aspectos. El primero consiste en las labores de educación sobre los peligros de las minas terrestres que lleva a cabo en 30 países afectados por las minas de todo el mundo". Y añade: "Nuestros programas informan a las comunidades acerca del peligro que implica caminar en ciertas zonas; y qué se puede y qué no se puede recoger en esos sitios, por ejemplo".

"La segunda esfera es la de la promoción. En ese sentido, abogamos por la ratificación universal del Tratado de Revisión de Minas. También abogamos por la elaboración y ejecución a nivel nacional de normas legislativas orientadas a reducir la amenaza que representan las minas terrestres antipersonal", explica la funcionaria.

"Y la tercera es la esfera en que prestamos asistencia, la que denominamos de ayuda a las víctimas", comenta la Sra. Claycombe. "Se trata de garantizar que los niños y niñas que han sufrido lesiones en incidentes relacionados con las minas terrestres reciban atención y apoyo de manera inmediata y también a largo plazo, con el objetivo de que puedan convertirse en miembros productivos de sus comunidades".

El Tratado de Prohibición de Minas, que entró en vigor en 1999, ya ha sido ratificado por más de tres cuartas partes de las naciones del mundo. El tratado prohíbe la producción, el almacenamiento y el empleo de las minas terrestres antipersonal.

Las minas terrestres siguen constituyendo una amenaza en más de 80 países del mundo. Entre las naciones más contaminadas por los artefactos sin estallar figuran el Afganistán, Bosnia y Herzegovina, Camboya, Colombia y la República Democrática Popular Lao.

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