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[NUEVA YORK, 16 de junio de 2007] - UNICEF observó hoy el Día del Niño Africano dando su respaldo a la convocatoria realizada por la Unión Africana en pro de que se redoblen los esfuerzos para evitar la trata de niños y niñas. "Se calcula que anualmente unos 1,2 millones de niños y niñas en todo el mundo son víctimas de los tratantes de personas, que realizan sus actividades criminales no sólo en el marco de sus propios países sino a través de las fronteras internacionales", afirmó Ann M. Veneman, la Directora Ejecutiva de UNICEF. "Los tratantes de personas obligan a los niños y niñas a prostituirse, a prestar servicios como soldados en grupos armados, a trabajar por muy poco dinero y a veces sin ninguna compensación, a mendigar o a desempeñarse como empleados domésticos". "Las víctimas de los tratantes de menores de edad están expuestos a la violencia, el abuso sexual, el abandono y el contagio del VIH. Se trata de una práctica que viola el derecho de los niños y niñas a recibir protección, a crecer en un ambiente familiar y a disfrutar de acceso a la educación", agregó. UNICEF convoca a los gobiernos, las comunidades y las familias a que colaboren para poner fin a la trata de niños y niñas. Otro de los componentes de esta política conjunta debería ser el castigo de los responsables de la trata de niños y niñas. Se trata de una actividad ilícita que genera ganancias anuales del orden de los 9.500 millones de dólares, que atrae la participación de bandas criminales y que fomenta la corrupción a escala mundial. Además, los réditos financieros de la trata de personas sirven para alimentar otras actividades delictivas. Para combatir los factores sociales y económicos que impulsan la trata de personas es necesario tomar medidas en forma concertada. Uno de los factores de la trata de niños y niñas es la pobreza. A los menores de edad se les suele tentar con promesas de buenos empleos en ciudades de su propio país o en otros países. En realidad, son comprados y vendidos como si fuera mercancías, y se les obligue a trabajar en condiciones brutales. Algunos sufren golpizas y otras formas de abuso físico o sexual a manos de sus empleadores. La conquista de los Objetivos de Desarrollo del Milenio ayudará a que las familias puedan permanecer unidas y a que los niños no abandonen la escuela, dos condiciones fundamentales para proteger a la niñez de los tratantes de personas.