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El DIF Nuevo León dio a conocer este miércoles 31 de enero el resultado del conteo efectuado sobre las niñas, niños y adolescentes trabajadores en Monterrey y su área metropolitana. La encargada de dar a conocer las cifras de este conteo fue la profesora Gabriela Calles de Guajardo, directora general de DIF Nuevo León, quien dio a conocer que la presencia de esta dependencia en diferentes municipios como son Apodaca, Juárez, Escobedo, García, Guadalupe, Monterrey, San Nicolás de los Garza, San Pedro Garza García y Santa Catarina, participaron en dicha actividad, esto a través del programa “Mejores Menores”. “Este es un programa permanente de DIF Nuevo León que se inicio en 1992 y que gracias al trabajo estrecho y coordinado con los DIF municipales y organizaciones de la sociedad civil nos ha permitido que en Nuevo León no tengamos en el área metropolitana la presencia de niños que vivan en la calle. Seguimos contando con la presencia de menores trabajadores o acompañantes en la vía pública, pero vemos que a tres años de administración estatal se ha disminuido la presencia, lo que nos invita a seguir redoblando esfuerzos, seguir con las brigadas diurnas y nocturnas para disminuir la presencia de menores en riesgo en la calle”, señaló la profesora Calles de Guajardo, directora general del DIF Nuevo León. “Nosotros sentimos que un niño que este aunque sea tantito tiempo en la calle está en riesgo”, señala la profesora Calles, lo cual es parte de la preocupación del DIF ante este tema, el que además de estar efectuando labores que no son propias de su edad, se exponen a los riesgos que tiene la vía pública. “Aunque sea acompañante de un adulto, porque está aprendiendo, el adulto está pidiendo y entonces ve que es fácil pedir el dinero”. Por lo que hizo una exhortación a la comunidad. “Hacemos un llamado a la comunidad para que no los arraiguen a la calle, que no les den dinero. Una moneda no es la solución para esta problemática, al contrario, los arraiga más y entonces la problemática puede crecer”. “Hay muchas organizaciones de la sociedad civil, el mismo gobierno municipal está trabajando en este asunto”, de modo, señaló, que si la comunidad quiere ser participativa y poner una solución a este problema “mejor que apoyen a grupos organizados, que proporcionen becas para quitar el problema de la calle y sería una gran ayuda la aportación de la sociedad civil”. Este conteo tiene como objetivo dos puntos particulares. El primero es el de dimensionar y caracterizar a la población de menores trabajadores en la calle y espacios públicos. Es decir, saber de qué tamaño es el problema y cómo son estos menores. Como segundo objetivo tiene el valorar el impacto del Programa “Mejores Menores” respecto a la población atendida. “409 menores desempeñan actividades paraeconómicas y en calidad de acompañantes de adultos en la vía pública, lo que con respecto al 2005 puede señalarse que el municipio de Escobedo y San Nicolás de los Garza son los únicos espacios urbanos que presentaron una significativa disminución”, señaló la profesora Gabriela Calles de Guajardo. “En los siete municipios restantes se mostraron leves incrementos que van desde uno hasta veintinueve casos, pero aún así, Apodaca, Juárez, García, Monterrey, San Pedro y Santa Catarina no presentaron incrementos mayores a los seis casos, a excepción de Guadalupe”. Este problema es propio de las ciudades metrópoli, como lo es el caso de nuestra ciudad de Monterrey, la que sigue siendo el municipio de nuestro estado con mayor presencia de niños trabajadores (241 casos; lo que representa el 58.9% de la población). Sin Embargo “es importante destacar que de octubre de 2003 a la fecha, en la capital de Nuevo León, el fenómeno se ha reducido en un 26.7%”, destacó la Directora General del DIF Nuevo León. El 50.4% de la población observada, lo que es prácticamente la mitad de la población, tiene entre 12 y 17 años de edad, es decir, se trata de adolescentes. Aunque los rangos de edades que cubrió este conteo son, de infantes, de cero a 5 años de edad, menores en edad escolar, que van de los 6 a los 11 años, y por último, los adolescentes, con el rango de edades mencionado. Sobre la modalidad de trabajo, aclaró la profesora Calles, “se identificaron 85 casos, o sea el 20.8%, trabajando individualmente, sin compañía o supervisión de un adulto”. Esta condición implica mayor riesgo para estos infantes ante los peligros que ofrece el contexto callejero. Los acompañantes de adultos son menores que no realizan ninguna actividad, más bien están siguiendo a sus padres u otros adultos quienes sí realizan actividades paraeconómicas; de ellos se encontraron 154 casos, donde el 90% de los denominados “acompañantes”, son menores con edades entre cero y 11 años. “Este es un trabajo integral, tenemos que detectar a la familia; si el menor es migrante para a un programa que tenemos, pasan a un albergue y de ahí se hace una conexión con su familia en el estado del que sea para así buscar una reintegración. Pero si se traba de un menor que viva en el estado, buscamos a su familia y hacemos una sinergia para ver qué necesidades tienen que están provocando que el menor esté en riesgos en la calle”. Muchos de estos menores atendidos y tratados entran al programa de becas. “La beca lo que obliga a la familia es a no permitir que el menor vuelva a estar en la calle. “Esto lo hacemos de una manera muy estrecha y coordinada con los municipios”. Al evento asistió la señora Cristina Maiz de González Paras, esposa del gobernador del estado, quien en mano les entrego reconocimientos a representantes de los DIF municipales que colaboraron con este conteo.