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[26 de septiembre 2006] - La representante especial de la Alta Comisionada para Cuba, Christine Chanet, presentó hoy al Consejo de Derechos Humanos una serie de recomendaciones para mejorar la situación de esas garantías en el país caribeño. Chanet reportó que las autoridades cubanas no le brindaron cooperación y se rehusaron a establecer comunicación con ella. Pidió, entre otras cosas, que se deje de perseguir a los ciudadanos cubanos que ejerzan los derechos que garantiza el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. Del mismo modo, la representante especial solicitó la puesta en libertad de quienes no hayan cometido actos de violencia contra personas o bienes, así como enmiendas en la ley que castiga el ejercicio de la libertad de expresión. También recomendó el establecimiento de una instancia permanente e independiente que vele por el respeto de los derechos humanos, y la promoción de la pluralidad política y sindical, y aquella relativa a la libertad de prensa. Según Chanet entre marzo y abril de 2003, 80 personas fueron encarceladas arbitrariamente “acusadas de atentar contra la independencia e integridad del Estado y recibieron penas severas, y la situación no parece haber mejorado”. Afirmó que las recomendaciones formuladas al nuevo Consejo de Derechos Humanos se basan en información recopilada con la colaboración de organizaciones no gubernamentales, de universidades que siguen de cerca la situación, y de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: Asimismo, consideró oportuno elaborar un mecanismo aplicable a los países que se rehusan a cooperar con el nuevo Consejo. El representante permanente de Cuba en Ginebra, Juan Antonio Fernández Palacio, rechazó el análisis de Chanet y le pidió que dimitiera a su cargo. “Si en algo desea todavia contribuir a los esfuezos de construcción de este Consejo puede hacer una importante contribución: renuncie de inmediato”, puntualizó.