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El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) en Bolivia expresa su profunda preocupación por el uso y la presencia de niños, niñas y adolescentes en los distintos escenarios de confrontación y disturbios violentos ocurridos en los últimos días en las regiones de la llamada “media luna”. En un comunicado, Unicef recuerda que Bolivia es un país signatario de la Convención de los Derechos del Niño que concibe al niño como “todo ser humano menor de 18 años de edad”. El principal objetivo de esta convención es asegurar la protección de los derechos de la niñez en todas las circunstancias y atribuye al Estado, instituciones, comunidades, familia, medios de comunicación y sociedad en general la responsabilidad de velar por el respeto de estos derechos. El Código Niño, Niña, Adolescente, legislación vigente en el país, es consistente con esta visión universal de defender el interés superior de la niñez. Sin embargo, Unicef advierte que la utilización y presencia de niños, niñas y adolescentes, aprovechando su energía y vitalidad, en protestas, manifestaciones y enfrentamientos violentos, quebranta sus derechos al colocarlos en situaciones de alta vulnerabilidad, que afectan su integridad física y tienen impacto en su desarrollo psico-afectivo. Los enfrentamientos, como ya se ha detectado, pueden perjudicar el cumplimiento de sus derechos a la alimentación, salud, educación, seguridad, protección e inclusive determinar que queden huérfanos. Al mismo tiempo, el que niños, niñas y adolescentes protagonicen, sean testigos o víctimas de la dificultad de los adultos de resolver los conflictos de manera pacífica y mediante el diálogo, les crea patrones de intolerancia, discriminación y violencia, cuya reproducción en el futuro, perpetúa un modelo negativo de resolución de conflictos en su vida familiar y social. En este contexto, Unicef hace un llamado general a la población boliviana y a sus instituciones para defender y proteger los derechos de los niños, niñas y adolescentes.